El actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aprovechó sus anteriores períodos presidenciales para acumular obsequios que recibió tanto dentro como fuera del país. El detalle radica en que de los 568 regalos, solo devolvió nueve al Estado. Cifras reseñadas por Gazeta Brasil mencionan que según el Tribunal Federal de Cuentas (TCU), «sólo el 1,58 % de todos los objetos recibidos por la Presidencia de la República durante el 1º y 2º mandato de Lula quedaron en el acervo público».
El epicentro de esta historia data de 2016, cuando el TCU determinó a la Secretaría de Administración de la Presidencia de la República que todos los obsequios recibidos por presidentes «debían ser devueltos». Sin embargo, y tal como contextualiza dicho medio, el mandatario izquierdista prefirió conservar la gran mayoría.
Aún así, no hay información sobre qué tipo de regalos pudo haber recibido Lula da Silva. Además, quienes ocuparon el cargo solo podían conservar souvenirs de carácter muy personal o para uso personal como ropa y perfumes. Por ende, hay más dudas que certezas sobre el tema.
A pesar de todo esto, destaca el contraste de esta información con las críticas que por estos días está recibiendo el expresidente Jair Bolsonaro. Además de tener abierta una investigación por su supuesta responsabilidad en los ataques contra las sedes de poderes públicos el pasado 8 de enero, ahora está enfrentando otro proceso por joyas que le habrían sido obsequiadas de parte de la monarquía de Arabia Saudita y que habría ingresado a Brasil sin declarar.
Joyas de Arabia Saudita
Los más de 500 regalos que recibió Lula da Silva datan de 2003 a 2010, según la información que trascendió. Misma época en la cual su mandato se apoyaba en la ola del socialismo del siglo XXI extendido por toda América Latina y estaba respaldado en el músculo económico no solo de Brasil, sino de la bonanza petrolera que había en Venezuela, controlada por el fallecido dictador Hugo Chávez.
En ese contexto se habría dado esta lluvia de regalos que el actual presidente brasileño mantiene en su colección privada y de la cual medios oficialistas o de línea «progresista» no hacen mención. Lo que estos sí destacan es el caso de las joyas que relacionan a Bolsonaro y a su esposa Michelle, revelado en un primer momento por O Estado de S. Paulo.
Los joyas están valoradas en 16,5 millones de reales (más de tres millones de dólares) e incluyen aros de diamantes, un collar y un reloj de la marca suiza Chopard. El Fisco Federal de Brasil anunció que investigará si fueron ingresadas de forma irregular al no haber sido declaradas como regalo al Estado, a pesar de que las autoridades saudíes las habrían obsequiado a la entonces primera dama, Michelle Bolsonaro, en octubre de 2021.
Dicho medio brasileño también remarca que funcionarios del anterior gobierno de Bolsonaro supuestamente intentaron recuperar las joyas al menos ocho veces entre octubre de 2021 y diciembre de 2022.
Silencio oficial
Los medios de ese país hablan de «indignación» dentro de la opinión pública por el caso de las joyas de Bolsonaro sobre el que el expresidente niega haber actuado mal. Incluso el ministro de Comunicación Social del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Paulo Pimenta, hizo mención al tema en Twitter.
«¡Joyería para Michelle! Muchos informes traen detalles absurdos que revelan cómo funcionaba el esquema de sobornos, regalos y ventajas ilegales de Bolsonaro, familiares y asesores cercanos», escribió en la plataforma para acompañar un video.
Será otro tema que Bolsonaro posiblemente deba afrontar en su regreso a Brasil. Pero desde el lado de Lula, también habría cosas que aclarar sobre su colección personal de regalos de la que nadie habla.