En teoría, los espacios políticos que tienen internas en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias presentan candidatos de posiciones compatibles. Es que, luego de la elección de agosto, las listas se mezclan conformando una única, con la cabeza del ganador de la interna. Aunque se saquen chispas, por ejemplo, en Juntos por el Cambio, tanto Patricia Bullrich como Horacio Rodríguez Larreta aseguraron que acompañarían al candidato del PRO que se imponga en la PASO. Sin embargo, en estas elecciones hay una competencia interna de lo más insólita en un mismo espacio: la ultraizquierda contra la ultraderecha.
Raúl Castells, que lleva a Ernesto “Che” Guevara como estandarte, es uno de los referentes piqueteros más intransigentes del país. El kirchnerismo, que cooptó a muchísimos referentes de los espacios de izquierda, nunca pudo sumarlo a sus filas. En las próximas elecciones será candidato a presidente, pero deberá enfrentar en las PASO a un contrincante de perfil ideológico muy diferente: Santiago Cuneo, el referente del peronismo de derecha que plantea ser la analogía argentina del presidente del Salvador, Nayib Bukele, a pesar de que el mandatario del país centroamericano se ha dado a conocer por venir de la izquierda y se ha acomodado, por medio de políticas de seguridad tanto acertadas como polémicas, al discurso que mejor se ciña a su proceder, cuando se trata del espectro político.
Aunque en esta elección habrá una amplia gama de ofertas ideológicas ―al menos más que lo de costumbre― sobre todo por la irrupción del liberalismo con el frente de Javier Milei, sin dudas Castells y Cuneo se encuentran en los extremos del ideario político. Lo insólito es que competirán por el mismo frente y no en espacios distintos. Cosas que pasan sólo en Argentina.
Claro que la extraña coalición se trata de una propuesta absolutamente testimonial, sin ninguna posibilidad de llegar a la presidencia. Seguramente tenga incluso complicaciones de pasar el piso del 1,5 % en agosto, para pasar a las elecciones definitivas de octubre. De cumplir con este primer objetivo, el frente bipolar llegará a los comicios definitivos con un solo candidato presidencial: Castells o Cuneo.
¿Acompañará el candidato derrotado al ganador de la interna? ¿Habrá foto conjunta para la campaña presidencial? Y lo que es más complicado… ¿Habrá plataforma con propuestas de políticas públicas que puedan apoyar ambos espacios? Absolutamente imposible.