El Gobierno de México, en coordinación con las autoridades de Chiapas, ha enviado 792 efectivos del Ejército, la Guardia Nacional, la Fiscalía General y la Policía estatal hacia la frontera sur ante el aumento de la inseguridad en la región, limítrofe con Guatemala, provocada por grupos del narcotráfico.
En los últimos días se han registrado numerosos bloqueos en las principales vías de comunicación que comunican las diversas localidades de Chiapas. En paralelo a la medida de las autoridades mexicanas, las de Guatemala han enviado a su vez unos 3.000 efectivos, entre policías y militares.
El Ministerio de Defensa de México ha informado de que entre las labores de estos efectivos está también la de proteger a los operarios y trabajadores de la red eléctrica para que puedan restaurar el servicio en municipios, como los de Motozintla, El Porvenir, Siltepec, La Grandeza, Bella Vista, o Mazapa de Madero.
Este nuevo despliegue se suma a los 800 efectivos, que ya se encuentran operando en la zona. La frontera entre Chiapas y Guatemala es uno de los puntos calientes de esta convulsa parte del mundo, en la que grupos del crimen organizado utilizan las rutas que ofrecen los porosos cruces fronterizos para sus actividades delictivas, como el tráfico de drogas, el de seres humanos, o el de materias primas.