Javier Milei ya es presidente de Argentina. El mandatario electo ha asumido la presidencia del país en una ceremonia llena de símbolos, donde ha jurado la Constitución en presencia de todos los parlamentarios y senadores, y ha recibido los atributos presidenciales de manos del anterior jefe de Estado, Alberto Fernández.
El nuevo presidente se ha estrenado en el cargo con un largo discurso, en el que ha expuesto una enmienda a la totalidad a la gestión del kirchnerismo y ha presentado un ambicioso programa presidencial que desplegará durante los próximos cuatro años: «Hoy comienza una nueva era en Argentina. Hoy damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive, y comenzamos el camino de la reconstrucción de nuestro país», ha comenzado Milei.
Esperanzado con una mirada a la esperanza, Milei ha explicado que «los argentinos han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno. Enterramos décadas de fracasos y disputas sin sentido que lo único que han logrado es destruir nuestro querido país y dejarnos en la ruina». Precisamente por esa «ruina» el nuevo presidente no ha querido ocultar la dificultad de los años que vienen: «Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros».
Así, ahondando en la situación paupérrima de Argentina, Milei ha denunciado: «Los hospitales están destruidos, los médicos cobran miserias y los argentinos no tienen acceso a la salud básica». «La situación de Argentina es crítica y de emergencia. No tenemos alternativas ni tiempo. No tenemos margen para discusiones estériles. Nuestro país exige acción inmediata», ha añadido.
Frente a todo lo anterior, Milei ha celebrado que Argentina «vuelve a las ideas de la libertad». Unas ideas en el que «el nuevo contrato social nos propone un país distinto, donde el estado no dirija nuestras vidas, sino que vele por nuestros derechos». «Que quede claro: hoy comienza una nueva era. Trabajaremos sin descanso y llegaremos al destino», ha añadido.
Ante la mirada de un atento Felipe VI, que ha seguido el discurso en la primera fila, junto al resto de mandatarios y jefes de Estado internacionales, el presidente Milei ha agradecido «la fuerza que viene del Cielo». Sus últimas palabras, que han provocado el aplauso de los miles de argentinos reunidos frente al Legislativo, ha resonado: «¡Viva la libertad, carajo!»