MIAMI — El cambio repentino de postura del presidente Joe Biden sobre la guerra contra Hamás quedó en evidencia tras afirmar que Israel se opone a una solución de dos Estados, a la vez que instó a un cambio en el Ejecutivo israelí; el giro traspasó los límites de la diplomacia con un aliado y, tendría tintes electorales de cara a las presidenciales de 2024 en las que Biden se postula a la reelección, afirma el analista especializado en temas del Medio Oriente y terrorismo, Joseph Hage.
Las declaraciones del presidente son calificadas por Hage como una acción “inusual” que traspasó los límites diplomáticos y aumentará la presión internacional contra Israel.
Biden, que participaba en un acto de su campaña electoral, expresó su total apoyo a Israel, pero luego tomó distancia. «Este es el gobierno más conservador de la historia de Israel» y, al contrario de Washington, «no quiere una solución de dos Estados», opina el experto.
Seguidamente, el mandatario «recomendó» a Netanyahu un cambio de gobierno para, según él, tratar de cambiar la «tendencia» y ponerle fin a las crecientes críticas internacionales a la campaña israelí contra el grupo terrorista Hamás en la Franja de Gaza. «Tiene que cambiar, y con este gobierno, este gobierno en Israel le está haciendo muy difícil moverse. Bibi tiene que tomar una decisión difícil», añadió en alusión al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
Previo al cambio de postura de Biden, líderes de la comunidad musulmana en varios estados de la nación amenazaron al Presidente con retirarle el apoyo, acusándolo de su negativa de pedir un alto al fuego en Gaza.
La guerra entre Israel y Hamás lleva más de dos meses. Israel bombardea la Franja de Gaza en respuesta al ataque lanzado por Hamás en su territorio el 7 de octubre con un saldo de 1.200 muertos en su mayoría civiles, entre ellos mujeres, ancianos y niños, también el secuestro de 240 personas, de los cuales 105 fueron liberados recientemente en un canje de 3 palestinos presos por terrorismo por cada israelí devuelto. Se estima que más de 130 permanecen cautivas en poder de Hamás.
Revés
Las declaraciones de Biden son un claro revés para Israel, un país rodeado de enemigos y que se enfrenta a varios frentes: la guerra contra Hamás, los ataques de Hezbolá que lanza cohetes a territorio israelí desde el norte; el ataque de los hutíes en Yemen en el Mar Rojo contra las embarcaciones y el lanzamiento de drones y misiles contra Israel, los ataques de Siria a territorio israelí, y la amenaza iraní que respalda a los grupos terroristas contra la nación hebrea.
Netanyahu admitió que existen algunas «diferencias» con Estados Unidos sobre el futuro de la Franja de Gaza una vez finalice la ofensiva sobre el territorio, al tiempo que subrayó que Israel «no repetirá los errores» del Acuerdo de Oslo, firmados por Isaac Rabin y el líder palestino Yasser Arafat en 1993, en una clara alusión a la posibilidad de que la Autoridad Palestina gobierne en el enclave.
«No puede ser que, tras el enorme sacrificio de nuestros ciudadanos y combatientes, dejemos entrar en Gaza a quienes enseñan el terror, apoyan el terror y financian el terror», afirmó con relación al grupo terrorista Islámico Hamás, que controla la zona. «Gaza no será Hamastán ni Fatastán», sentenció.
Durante la administración de Barack Obama, Netanyahu respaldó la visión de «dos Estados para dos pueblos», pero pidió que los palestinos reconocieran a Israel como un estado, esa condición no es aceptada.
Pero esa visión cambió. “Netanyahu no está convencido de la solución de dos Estados viviendo el uno al lado del otro, menos un Estado que tenga a Hamás en el gobierno o la Autoridad Palestina, esta no es la posición del partido Laborista de Israel, y no es la posición de todos los miembros del Likud (partido de derecha), pero Benjamín Netanyahu siendo el primer ministro puede hacer estas declaraciones, ahora Israel tiene un Gobierno de Guerra integrado por todas las facciones, Netanyahu está hablando de su gobierno de guerra, pero no quiere decir que los otros ministros están de acuerdo con él. Esto le abre la ventanilla a Biden de pedir un cambio en el gobierno. Para mí ya pasó la etiqueta de la diplomacia, Estados Unidos no puede dictar (lo que deben hacer) ni siquiera a los aliados, al menos públicamente, esto indigna a la otra parte”, apuntó Hage.
El analista sostiene que, si el gobierno de Biden quiere reclamarle a Netanyahu, o discutir qué pasará después que terminen las hostilidades en Gaza “no se hace públicamente”, y menos hacer el intercambio a través de la prensa o en discursos, “eso no ayuda a la relación”, sostuvo.
Consecuencias
“Habrá más presiones para Israel”, afirmó Hage. Y la presión sobre Israel creció cuando la Asamblea General de la ONU pidió un «alto el fuego» por razones humanitarias en la Franja de Gaza, mientras Biden advirtió que Israel se expone a perder apoyo internacional por su bombardeo «indiscriminado» en Gaza. La resolución fue aprobada, 153 estados miembros votaron a favor, 10 en contra y 23 se abstuvieron.
Hage sostiene que la prensa israelí está a favor de Estados Unidos y de Biden. “Cuando estalló el conflicto la prensa israelí no apoyaba y sigue sin apoyar a Netanyahu, encuentran el mínimo comentario para criticarlo. Domésticamente la prensa estaba indignada por las reformas legislativas promovidas por Netanyahu en el sistema judicial. No se les olvida que ganó esta batalla y quieren sacarlo del poder a como dé lugar porque al sacarlo lo pueden juzgar. Cuando la guerra termine hay muchas cabezas que van a rodar empezando por jefes de las agencias de Inteligencia, también van a pedir la cabeza de Netanyahu por ser el jefe de gobierno”, sostiene el experto.
Las mayores críticas se centran en haber sido incapaces de detectar los preparativos del ataque que a los terroristas les llevó 2 años organizarlo.
Campaña electoral
Los demócratas en Michigan han advertido a la Casa Blanca que la gestión de Biden en la guerra entre Israel y Hamás podría costarle “suficiente” apoyo entre la comunidad árabe-estadounidense como para “influir” en el resultado de las elecciones presidenciales de 2024.
“Todo tiene que ver con la campaña electoral. La comunidad árabe o palestina americana que vive en Estados Unidos han sido aliados tradicionales del Partido Demócrata con un solo tema en común, contra Israel. La concentración de esta comunidad está en Michigan”.
El resultado de las últimas encuestas ubica al expresidente Donald Trump aventajando a Biden con un 47% a 42%. “Se esperaba que algo iba a hacer el Partido Demócrata y Biden en particular para subir en las encuestas”, dijo el especialista.
“Esto tiene que ver con las elecciones, Biden no puede entrar a las elecciones con una opinión pública de puro demócratas sin tener el apoyo a las comunidades árabes, palestinas, africanas o la izquierda en general”, manifestó.
El “squad”, las cuatro congresistas de extrema izquierda en el Partido Demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley, “han sido críticas de Biden”, refiere Hage.
“Cuando un líder de Black Live Matter dice que va a apoyar a Trump y no a Biden, esto indica que la base con la que Biden ganó las elecciones en 2020, no van a estar al lado de él esta vez”.
Hage se refiere al anunció que hizo el cofundador de Black Lives Matter, Mark Fisher, que expresó su apoyo a Trump y se refirió a Biden como “una profunda decepción”. “Porque todos los demás apestan” afirmó subrayando su descontento con Biden y la vicepresidenta Kamala Harris.
Y mientras Biden busca cómo subir en las encuestas, el secretario de Defensa Lloyd Austin, viaja la próxima semana nuevamente a Israel, y lo hará con una extensa agenda que incluye Gaza, Líbano, Siria, Irak, Irán y Yemen.
También llega a Israel el Asesor de Seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan a discutir el plan de ruta, sobre el cual no hay coincidencias hasta ahora.