La incontinencia verbal del presidente de Colombia, Gustavo Petro, lo volvió a dejar en ridículo. Su afán por opinar sobre los acontecimientos que ocurren fuera de su jurisdicción lo ha puesto en un dilema que los usuarios de las redes sociales no perdonan. De lamentar que los chilenos votaran en el primer plebiscito constitucional celebrado el 4 de septiembre de 2022 por mantener la Constitución de Pinochet pasó a celebrar que ocurriera lo mismo en el segundo plebiscito de este domingo 17 de diciembre.
“Revivió Pinochet”, dijo Petro en su cuenta de X (antes Twitter) con su natural arrogancia hace poco menos de año y medio. Pero hace escasas horas volvió a hacer uso de esta red social para celebrar que “la constitución de derechas que se propuso al pueblo chileno ha sido rechazada por el mismo pueblo”.
El resultado electoral en ambas consultas ha sido el mismo: se mantiene vigente la Constitución chilena de 1980, aprobada durante el mandato de Augusto Pinochet, la cual ha sufrido numerosas reformas. Además, no se puede olvidar que cambiarla por una nueva carta magna fue la bandera del actual presidente Gabriel Boric para llegar al poder, pero ni la izquierda ni la derecha han logrado hacerlo.
Gustavo Petro ha terminado siendo blanco de justificadas críticas por su incoherencia, pues se lamentó cuando ganó el ‘rechazo’ en el primer plebiscito en Chile, soltando con ironía que “revivió Pinochet”, y celebró cuando triunfó la opción ‘en contra’ en el segundo, con lo que permanece más viva que nunca la Constitución de Pinochet. La diferencia es que el primer proyecto había sido propuesto por la izquierda y el segundo por la derecha.
El precio de la imprudencia de Petro
Más allá del hecho de que el proyecto sometido a consulta este domingo 17 de diciembre no logró convencer a toda la derecha por contener algunas incoherencias y pretender ir más allá de los derechos y garantías fundamentales propios de una constitución, el primer proyecto, votado en septiembre del año pasado, era claramente más nefasto. Sin embargo, los mensajes del presidente colombiano en las redes sociales se limitan frecuentemente a cuestionamientos sin sustento a todo lo que difiere de su relato ideológico y una solidaridad automática con todo lo que se adapta a su discurso.
“Otra vez has quedado como un pésimo analista y gran charlatán”, respondió en X al tuit de Petro el abogado colombiano y especialista en gestión pública Álvaro Forero Navas. También la analista política Sofy Casas responde que “Pinochet hoy se ríe del presidente de Colombia, quien hoy celebra que se mantenga vigente su constitución”. Y agrega: “¿Quién entiende a estos zurdos?”. Los memes con fotos de Pinochet burlándose de Petro abundan hoy en las redes sociales.
Si Gustavo Petro optara por el silencio y la prudencia frente a eventos que ocurren en el extranjero y no son de su incumbencia, tal vez se ahorraría estos bochornos. Pero ante su pésima gestión desaprobada por 66 % de los colombianos, según la más reciente encuesta de Invamer, opta con frecuencia por refugiarse en todo lo que pasa más allá de sus fronteras, buscando presentarse como un supuesto líder de la izquierda latinoamericana o defensor mundial del planeta mientras hace a un lado sus compromisos con el país que gobierna, sin conseguir éxito con ninguna de sus facetas.