El provecho político que ha sacado Luiz Inácio Lula da Silva del asalto a los poderes el 8 de enero es indiscutible. La protesta masiva contra su tercer mandato –que se salió de control– fue para el líder del Partido de los Trabajadores (PT) la excusa perfecta para radicalizarse y oxigenar el inicio de su nuevo gobierno, que lucía complicado con el estrecho resultado electoral que llevó a los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro a volcarse a las calles, evidenciando que comenzaría a gobernar con medio país en contra. El desafortunado episodio le permitió no solo victimizarse sino también iniciar una persecución política que al día de hoy mantiene como punto de honor con la opinión pública a su favor.
Es así como hoy el presidente brasileño ha otorgado su primer indulto navideño excluyendo a todos los implicados en la revuelta del 8 de enero que Lula ha logrado que la prensa califique como “golpe de Estado”, haciendo a un lado el hecho de que el propio primer ministro del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), general Marco Edson Gonçalves Dias, designado por Lula, –que inmediatamente renunció– permitió y hasta alentó la entrada de personas que destrozaron instalaciones del Palacio del Planalto, según se evidenció en más de 160 horas de grabación difundidas el 19 de abril por CNN Brasil. De eso no se habló más.
El relato del “golpe de Estado para derrocar a Lula” se mantiene tanto en la prensa local como internacional. Así, agencias de noticias como la español EFE, siguen calificando como “golpistas” a todas las personas que participaron en esa protesta. De esa manera reseña justamente la información sobre el perdón, publicado la pasada medianoche en el Diario Oficial a propósito de la Navidad, que excluye a los “golpistas del 8 de enero”.
Incluidos y excluidos del indulto de Lula
El indulto concedido por Lula a condenados por delitos “sin violencia”, que incluye a mujeres con hijos menores o con enfermedades crónicas graves, así como a las personas mayores de 60 años que hayan cumplido una parte de su condena y personas con deficiencias permanentes anteriores a los delitos cometidos; con enfermedades graves permanentes o crónicas; y a aquellos con un grado de autismo “severo”, no aplica para condenados por crímenes como “tortura”, “terrorismo”, “racismo”, “violencia contra la mujer” o contra “el Estado Democrático de Derecho”.
Es en este último grupo en el que se engloba a los implicados en el asalto a los poderes el 8 de enero por el que han sido imputadas cerca de 2000 personas, de las cuales 66 están en prisión y una veintena ha sido condenada.
Según precisa la agencia EFE, el decreto del indulto fue firmado por Lula y por su ministro de Justicia, el comunista Flávio Dino, quien a partir del 22 de febrero pasará a ser uno de los once magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) –conformado en su gran mayoría por jueces nominados por el PT–, y analizado por el Consejo Nacional de Política Criminal y Penitenciaria.