MIGUEL ÁNGEL MARTIN,
El pueblo venezolano viene sufriendo décadas de las peores calamidades en sus derechos primarios de vida como la alimentación, servicios médicos, economía y seguridad, un inventario de males generado por un régimen que ha vaciado la democracia con instituciones que obedecen las ordenes de la cúpula de poder que se encuentran alrededor de Nicolás Maduro, creando un Estado regulado por la anomia y la arbitrariedad.
Esta situación ha promovido una migración de millones de personas que ha prendido las alertas del mundo civilizado, además que la familia venezolana se divide entre los que están dentro y fuera, dado que la mayoría ni siquiera puede regresar, aunado a las dificultades de supervivencia por la carencia de un Estado que cuida a sus ciudadanos. En este orden, podemos concluir que es un país que tiene roto su tejido social y la supervivencia de los venezolanos es difícil al punto que tratar de mantener viva las tradiciones navideñas se convierte en un acto de resistencia ciudadana.
Esa es la dura realidad que tenemos que vivir mientras no rescatemos la democracia, pero esto no significa que el ciudadano se está conformando con lo que ocurre, al contrario hoy en día los venezolanos tienen muy claro quiénes son los responsables de los graves problemas del país, y están conscientes de la necesidad de que ocurra un cambio hacia un estado de bienestar.
Por estas razones, el régimen no puede engañar a nadie, y aunque intentó vender su falsa navidad, mientras los venezolanos de bien hicieron malabares para darle alegría a los niños, los integrantes de la burbuja de Maduro que tienen años robando las arcas de la nación en su entramado de corrupción, si han podido pasar una navidad rodeada de lujos, repito del dinero robado a todo un país. Maduro y sus cómplices, recibieron un regalo especial de navidad de los Estados Unidos de América con la entrega de Alex Saab, uno de los tantos criminales del régimen que ha robado y un importante testaferro del entorno corrupto.
Este caso seguirá pendiente de justicia, y no se puede contar con la justicia americana y menos de la falsa justicia que hay en Venezuela ocupada por magistrados y fiscales corruptos, pero lo mas duro es la complicidad de un sector de la oposición de quienes fueron diputados que le otorgaron carta de buena conducta al delincuente de Alex Saab y hasta hicieron tramites en Europa para la liberación de cuentas bancarias que le habían sido congeladas. Toda esta vergüenza no la merecemos los venezolanos y esperaremos el momento de que se imponga una justicia en una Venezuela con dignidad.
La liberación de Alex Saab ha sido un duro mensaje de impunidad donde “por ahora” el mal vence el bien; es un baño de gracia para todos esos miles funcionarios del régimen, empresarios del régimen y políticos de oposición que le hacen la cama al régimen, sin embargo hay que recordar que todo tiene su final y la justicia siempre llega. Nos toca tener paciencia.
La falsa navidad que vendió Maduro no es más que una seguidilla de falsedades que nos tiene acostumbrado el régimen, quien hace todo sus esfuerzos para vender a la comunidad internacional que existe justicia en Venezuela cuando en la realidad es que hay una falsa justicia, al punto que desempolva el caso de la muerte de Cancerbero, un artista que ha marcado una generación de jóvenes, informando el Ministerio Publico que no fue un suicidio tal y como lo señalaron hace 9 años cuando la fiscalía estaba en manos de la Fiscal General obediente a Chávez; ahora en diciembre pasado, el actual Fiscal General, pieza clave de Maduro, muestra confesiones públicas por medios de las redes sociales de un supuesto asesinato de Cancerbero, burlándose de las normas de la fase de investigación mediante la contaminación del proceso jurídico, todo con el único propósito de que Maduro venda en su precampaña política que se ha hecho justicia. Aquí debemos ser enfático, todos los venezolanos de bien están consciente que esta manipulación es una seguidilla de la maldad que se ha impuesto por décadas por medio de un poder judicial y un ministerio publico corrupto, donde los nombre de los fiscales generales y magistrados de ahora y de antes, quedaran marcados en la historia de Venezuela.
En cuanto al tema del Esequibo, Maduro tampoco logra engañar a los venezolanos, y es que ese tema solo sirvió para que los políticos del régimen y de la oposición obtengan tarima, y es que Maduro se inventa una guerra virtual con Guyana, la cual por cierto la gana Guyana, quien aprovecha la torpeza de Maduro de no aceptar la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia, ya que Maduro se inventa un referéndum para salvar el Esequibo, cuando en la realidad lo que logra el régimen es que se produzca una decisión judicial de la Corte Internacional de Justicia donde se declarara que Guyana tiene el dominio del territorio en disputa y el control de los recursos.
Esto sí es responsabilidad exclusiva de Maduro, y también queda sellado en el histórico de acontecimientos de la disputa, toda vez, que si antes Maduro no tenía una impronta negativa en el tema de Esequibo, porque la misma Corte cuando asume la competencia emitió un fallo donde precisa que no se tomaran en cuenta los hechos ocurrido después de firmado el Acuerdo de Ginebra de 1966, circunstancia que conviene a Venezuela, ya que Chávez le había dado beligerancia a Guyana en la explotación de los recursos, emitiendo declaraciones infelices en favor de Guyana, y los cuales de acuerdo con el Derecho Internacional Público produce efectos jurídicos en la disputa, pero la sentencia donde la Corte Internacional de Justicia se declara competente para conocer la nulidad del laudo arbitral es conveniente para los intereses venezolanos, ya que los jueces no tomaran en cuenta ninguno de los hechos ocurridos después del acuerdo de Ginebra, donde se reconoce la posición de Venezuela sobre la nulidad del laudo arbitral de 1899, circunstancia que permite que el problema regrese a un punto favorable para el país.
Ahora, la torpeza de Maduro de sostener una guerra virtual, atacando a los jueces de la Corte, al punto de señalar que obedecen a intereses de los Estados Unidos de América, y promover un referéndum consultivo que no es vinculante ni para la Corte ni para ninguna instancia internacional, amén del resultado abultado que nadie cree, al final ha originado una sentencia que no teníamos en nuestra contra, donde se deja constancia expresa que Guyana tiene el control de los recursos y el dominio del territorio. Ya veremos que ocurre en abril cuando corresponde presentar la memoria de Venezuela en el juicio, y que hasta la fecha Maduro se niega acudir irresponsablemente. Mientras tanto, Maduro y sus cómplices han generado un daño terrible en la posición venezolana ante la disputa del territorio del Esequibo.
El balance del régimen en el 2023 ha sido el acostumbrado, una falsa justicia, una falsa economía de país, y por supuesto una falsa navidad, razones por las cuales los venezolanos no nos queda otra opción que seguir en resistencia ciudadana esperando mejores momentos para hacer valer el sentido común y promover las acciones que despojen del poder a un régimen que tiene años haciendo mucho daño a los venezolanos, y lograr construir una democracia con personas que tenga la capacidad de llevar una fase de transición de la dictadura a la democracia.