La Presidencia de Ecuador ha aumentado a 1.327 la cifra de detenidos desde el pasado 9 de enero, cuando se declaró el conflicto armado contra las pandillas por la espiral de violencia y seguridad que afecta al país y que ha llevado al Ejército a considerar como «objetivos militares» a los miembros de estas bandas criminales.
Desde entonces, las autoridades han realizado 12.974 operaciones —32 de ellas contra «grupos terroristas»— enmarcadas en el denominado Plan Féniz, en las que han muerto dos policías y en las que se ha conseguido abatir a cinco criminales, considerados ahora como «terroristas», según ha publicado la Presidencia ecuatoriana en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
El trabajo conjunto entre el Ejército y la Policía se ha saldado ya con la liberación de once policías que habían sido previamente secuestrados y de 201 funcionarios penitenciarios, que habían sido retenidos tras una serie de motines en diferentes cárceles.
En el mismo periodo también se han registrado diez atentados contra infraestructuras policiales y trece atentados contra infraestructuras públicas y privadas. Se han incautado 491 armas de fuego, 268 armas blancas, 14 embarcaciones, 343 vehículos, 462 explosivos, 10.241 cartuchos de munición, 195 motocicletas, 135 teléfonos móviles, 5.319,1 kilogramos de droga, 2.755 galones de combustible y 2.075,5 dólares en efectivo.
Desde el pasado 8 de enero Ecuador vive una crisis de seguridad en la que en principio hubo 170 personas secuestradas en siete centros penitenciarios del país y que ha obligado a su presidente, Daniel Noboa, a declarar un estado de excepción por la existencia de un «conflicto armado interno».