Con la suspensión de las sanciones estadounidenses al régimen chavista, se anticipa un aumento significativo en las ganancias a través de PDVSA. En este contexto, la dictadura de Nicolás Maduro ha proyectado un incremento del 27 % en los ingresos de la estatal petrolera para el año 2024. Esta perspectiva se considera estratégica no solo en el marco de las próximas elecciones presidenciales, sino también para abordar la necesidad de aumentar el gasto social.
El dato también llega en medio de expectativas chavistas respecto a un presupuesto anual que aumentará 59 %, en comparación con 2023. Esto lo ubica en 20.500 millones de dólares, según una propuesta citada por la agencia Reuters. Como resultado, lo obtenido por ingresos petroleros y gasíferos terminaría beneficiando al aparato estatal dirigido por Maduro.
Desde Miraflores no ocultan sus intenciones en relación con los fondos que van a recibir. Días antes dijeron que “la contribución se destinará al gasto social y a los servicios”, un fin que traducido en términos chavistas equivale a bonos minúsculos entregados a la población o programas para comprar conciencias a cambio de comida de dudosa calidad, como lo han dejado ver cientos de testimonios de quienes reciben las bolsas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Secretismo con el presupuesto anual
Los ingresos por exportaciones de petróleo y los impuestos pagados por la estatal petrolera cubrirían el 58 % del gasto total del gobierno para 2024, de acuerdo con Reuters. Eso equivale a unos 11900 millones de dólares reflejados en el documento al cual tuvo acceso. Considerando que en 2023 los aportes de PDVSA fueron 9340 millones de dólares, quiere decir que para el año que viene la estatal proveerá 27 % más.
Pero dicho porcentaje no representa todas las ganancias de PDVSA. Por el contrario, parte de sus ingresos “se mantienen en otros fondos, sobre los cuales hay poca información”. En este sentido, tampoco se sabe demasiado sobre el presupuesto anual de la nación. No hay información sobre proyecciones de inflación, de crecimiento económico, ni del precio del crudo a mediano plazo o de su producción. Todo se sigue manejando bajo absoluto secretismo tal como ha ocurrido hace más de 20 años con el dinero que administra la dictadura.
Por lo pronto, el mercado petrolero y derivados experimenta un alza de precios por el aumento de la demanda de compradores internacionales, urgidos por acceder a hidrocarburos luego de una reducción de la oferta cuando Venezuela quedó imposibilitada de vender abiertamente debido a la corrupción chavista y por el inicio de conflictos como la guerra de Rusia contra Ucrania. Ahora que vuelve a aparecer, los beneficiados también incluyen a Putin y al régimen islámico de Irán. De todas formas, el presupuesto anual de Maduro también queda atado de la decisión de Estados Unidos sobre el alivio de sanciones. Si el dictador incumple los acuerdos de Barbados, el incipiente ingreso de dinero podría quedar en el pasado.