La irrupción de Javier Milei en la política argentina comenzó como una amenaza al monopolio opositor antikirchnerista de Juntos por el Cambio. En ese sector, sobre todo en los más jóvenes y disruptivos, el economista libertario empezó a pisar fuerte. Sin embargo, con la debacle política y económica general, el “pacman” de La Libertad Avanza ya está conquistando otro público. Aunque suene increíble, de las elecciones legislativas de 2021 a la fecha, Milei también se viene nutriendo de los desencantados del peronismo. Con las encuestas actuales de tercios, y con cualquiera de los tres espacios con posibilidades de quedarse afuera de una segunda vuelta, la política tradicional en su conjunto apunta y dispara munición gruesa contra el economista.
Los únicos que no pueden “pegarle” a Milei son Mauricio Macri y su exministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Paradójicamente, “la piba” es la única competidora directa, pero como comparten electorado, cualquier ataque de uno hacia otro sería mal visto por el público que se debaten. El diputado libertario lo entendió muy bien. A pesar de ser el inexperimentado en la cuestión política, la última semana le propuso públicamente una interna a Bullrich. “Si pierdo, la acompaño”, aseguró. Esta movida inteligente la hizo tener que salir a despegarse, diciendo que su lugar es y será Juntos por el Cambio. Anda tan derecho Milei que hasta le salen mejor las jugadas políticas que a sus contrincantes de sobrada experiencia en la materia.
Pero, quitando a Macri y Bullrich, que están obligados a tratarlo bien ante las cámaras, el otro sector de Juntos por el Cambio y el kirchnerismo (lógicamente también la izquierda) desde un tiempo para acá no hacen otra cosa que apuntar sus armas a Milei. Sin embargo, por ahora nada de esto parece generar los efectos deseados. Si sigue la tendencia actual y se agudiza la crisis, en lugar de ser aspirante al balotaje, el referente libertario puede llegar a ser candidato a ganar en primera vuelta. Todavía tiene la posibilidad de utilizar algunas cartas que aún guarda en la manga, como la de su candidata a vicepresidente, que por ahora lo único que se sabe es que sería de formación “superlativa”.
En el marco de esta alianza implícita de un sector de JxC y el kirchnerismo, rivales a medida de Milei, la desesperación avanza. En la jornada de ayer, el radical Gerardo Morales aseguró que una presidencia del economista, al que denominó como “desquiciado”, sería “catastrófica” para el país. ¿Hay oídos en el electorado para estas “advertencias” de Morales? Si uno ve la dinámica de los números, las encuestas y las preferencias de los votantes, todo parece indicar que el caudillo de la UCR debería comenzar a pensar otras estrategias.
A diferencia de las “palomas” de JxC, el kirchnerismo decidió diversificar la estrategia. Ante el poco impacto de las descalificaciones, como las que usó el mismo Alberto Fernández (que asimiló al diputado libertario con el inicio del nazismo), los canales oficialistas buscan otros métodos. Un ejemplo es lo que sucedió en el programa de Jorge Rial, cuando la producción acudió a una grafóloga para descalificar al precandidato presidencial liberal.
“Va hacia atrás, vuelve, calcula, sale en forma pensante y se conecta. Es decir, es una persona que no se manifiesta naturalmente. Especula. La letra de él es especulación total”, dijo la “especialista” en el programa, a la que se escuchaba como una eminencia. Como si esta locura fuese poco, la invitada que analizó “el cuaderno de Milei” aseguró que el referente libertario “no quiere a la gente” y que “simula” el cariño por sus seguidores. ¿Cómo lo sabe? Solamente por mirar como Milei escribe la letra “E”. Un papelón por donde se lo mire. Lógicamente, las redes sociales no perdonaron el mamarracho del programa kirchnerista.
En el marco de la diversificación estratégica para pegarle a Milei, el oficialismo también decidió ir por la descalificación de las personalidades que se hacen eco de las propuestas del libertario. Por ejemplo, la dolarización. En este sentido, Pablo Duggan cuestionó duramente al exfutbolista Sergio “Kun” Agüero, por avalar la idea de terminar con el banco central y el peso argentino. El periodista K lo trató de “hijo de puta” enarbolando el argumento del egoísmo. En su cabeza, los beneficiados con la dolarización que propone Milei serían los millonarios que cobran en dólares.
Sin embargo, este argumento no resiste el menor de los análisis. Si hay un grupo que se beneficia con una Argentina empobrecida y devaluada son las personas de altos ingresos en divisas. En definitiva, son los que cambian algunos dólares en el mercado negro para vivir una vida que los asalariados en pesos y los jubilados no pueden tener. Mientras más se dispara el dólar, más barato se les hace a los que cuentan con ingresos o fortunas en divisas.
Aunque se vocifere desde los micrófonos oficiales con agresividad y virulencia, si se hace con la nula rigurosidad y argumentos de Duggan, o con la grafóloga impresentable que dice que Milei no quiere a la gente por su letra “E”, los que intentan perjudicar al libertario no hacen otra cosa que favorecerlo. Todavía no se han dado cuenta de que, lo único que están haciendo, es darle cada vez más y más atención. Es que ya entraron en la desesperación que pueden ser ellos los que lo corran detrás y no tienen a mano ninguna herramienta para revertir la situación. Estas municiones de fogueo lo único que hacen es aturdir a los agresores, ya que al destinatario no le entran las balas.