WASHINGTON- El ministro israelí de Defensa reconoció este jueves que la guerra contra Hamás en Gaza durará «más que varios meses», a pesar de las inquietudes expresadas por un enviado de Estados Unidos sobre el elevado número de civiles palestinos muertos.
Israel declaró que su guerra en Gaza contra Hamás continuará «con o sin apoyo internacional», a pesar de las crecientes presiones de sus aliados, entre ellos Estados Unidos, y los llamados a un alto el fuego.
Israel bombardea la Franja de Gaza en respuesta al ataque lanzado por Hamás en su territorio el 7 de octubre, que dejó más de 1.400 muertos, según las autoridades israelíes.
El 27 de octubre sus tropas iniciaron además una operación terrestre para cumplir con el objetivo de «aniquilar» al movimiento islamista, que gobierna en Gaza desde 2007.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo que el ejército israelí debe encontrar la manera de reducir la intensidad de sus bombardeos.
Estados Unidos quiere que la guerra entre Israel y Hamás termine «lo antes posible», afirmó la Casa Blanca el jueves, después de que el ministro de Defensa de Israel dijera a un alto funcionario estadounidense que el enfrentamiento se prolongará por varios meses.
La impaciencia del gobierno de Biden
Según el portavoz de la presidencia estadounidense John Kirby, también el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, había afirmado, durante una visita a Tel Aviv, que Israel pasaría a «operaciones de baja intensidad» contra Gaza «en un futuro próximo».
Las crecientes bajas civiles en Gaza como consecuencia de los ataques israelíes han provocado una brecha entre Washington e Israel, sólidos e históricos aliados.
«Creo que todos queremos que esto termine lo antes posible», indicó Kirby a periodistas en una sesión informativa, y agregó que «podría terminar hoy» si la organización terrorista Hamás da marcha atrás, pero «eso no parece probable en este momento».
Kirby dijo que Washington «no dictaba condiciones» a Israel y que el cronograma anunciado por el ministro de Defensa, Yoav Gallant, era «consistente» con lo que los funcionarios israelíes habían dicho con anterioridad.
Pero durante su visita a Israel, Jake Sullivan había formulado «preguntas difíciles» a funcionarios israelíes sobre el curso de su ofensiva contra el enclave palestino, añadió el portavoz.
«Habló sobre una posible transición de lo que llamaríamos operaciones de alta intensidad, que es lo que estamos viendo ahora, a operaciones de menor intensidad en algún momento en el futuro cercano», dijo Kirby. «Pero no quiero hablar de tiempos concretos», añadió.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha respaldado a Israel, pero el martes emitió su crítica más fuerte hasta el momento, advirtiendo que Tel Aviv corría el riesgo de perder el apoyo mundial por los «bombardeos indiscriminados».
Hizo estas declaraciones antes de reunirse en Jerusalén con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. También está previsto pronto un desplazamiento al Estado hebreo del secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin.
Pese a los indicios de impaciencia de Estados Unidos, su principal aliado, Israel ha intensificado sus bombardeos.
La guerra de Gaza, desencadenada por los ataques horrendos el 7 de octubre de los terroristas de Hamás contra Israel, ha dejado más de 20.000 muertos, según los datos de las respectivas autoridades.
La ofensiva de Hamás dejó más de 1.400 muertos, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
La respuesta de Israel ha provocado 18.787 muertos en Gaza, en su mayoría mujeres y menores de edad, según el Ministerio de Salud de este territorio palestino gobernado por Hamás.
El jueves, el ministerio indicó que los bombardeos israelíes nocturnos mataron al menos 67 personas en la Franja de Gaza.
Israel busca exterminar a Hamás
A pesar del elevado balance de civiles muertos, las autoridades israelíes quieren continuar con su respuesta militar.
«Hamás es una organización terrorista que se constituyó durante una década para combatir a Israel y que construyó infraestructuras subterráneas y aéreas que no resultan fáciles de destruir. Hará falta tiempo para ello, más que algunos meses. Pero venceremos y destruiremos» a la organización, aseguró el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, quien se reunió con Sullivan.
Sullivan declaró en un evento del diario Wall Street Journal, antes del viaje, que discutiría un calendario para terminar la guerra e instaría a las autoridades israelíes a «avanzar hacia una fase diferente de las operaciones de alta intensidad que vemos hoy día».
Netanyahu admitió que hay «desacuerdos» con Estados Unidos sobre cómo será administrada Gaza después del conflicto.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, declaró el miércoles que «cualquier discusión sobre Gaza o la causa palestina sin la presencia de Hamás o las facciones de resistencia será un engaño».
Un sondeo, publicado el miércoles por el Centro Palestino de Investigación de Encuestas y Políticas, indicó que Haniyeh cuenta con el apoyo del 78% de los habitantes de los territorios palestinos, frente al 58% que tenía antes de la guerra.
Además de la presión estadounidense, la Asamblea General de la ONU votó esta semana a favor de un llamado no vinculante a un alto el fuego, pero Estados Unidos se pronunció en contra de la mayoría.
Terroristas toman de escudo centros civiles
La ONU, aliada histórica de los palestinos, calcula que 1,9 millones de personas, de los 2,4 millones de habitantes de Gaza, han sido desplazadas y viven en carpas y que se están agotando los suministros de alimentos, agua potable, medicinas y combustible.
El organismo del ministerio de Defensa israelí encargado de asuntos civiles palestinos, COGAT, afirmó que el ejército «está permitiendo pausas tácticas con fines humanitarios».
Una tuvo lugar durante cuatro horas en un barrio de la ciudad de Rafah (sur), transformada en un gran campo de desplazados, para permitir a los civiles reponer suministros, indicó.
La ONU ha advertido de la propagación de enfermedades y el sistema hospitalario de Gaza está en ruinas. Las autoridades de Hamás afirman que se quedaron sin vacunas para los niños, advirtiendo que las consecuencias son «catastróficas».
El jueves, el ejército de Israel dijo que «más de 70 terroristas salieron del hospital armas en mano» e indicó que sus tropas mataron «varios» milicianos durante los combates en la zona.
El ejército israelí dice haber perdido 116 soldados desde el comienzo de su ofensiva, y se enfrenta a una creciente presión por liberar a los rehenes capturados por el grupo terrorista.
Después de que decenas fuesen liberados durante una tregua por un intercambio con presos palestinos, las autoridades israelíes afirman que 118 de los 240 rehenes siguen vivos en Gaza.