LIMA.- El expresidente peruano Alberto Fujimori, quién cumplía una condena de 25 años de prisión, salió en libertad este miércoles bajo el amparo de un indulto concedido por razones humanitarias.
El alto tribunal de Perú ordenó la víspera su liberación inmediata pese a que la Corte Interamericana de Derechos Humanos pidió al Estado peruano que no ejecute esa disposición constitucional hasta que el organismo internacional cuente con todos los elementos necesarios para analizar si el fallo cumple con todas las condiciones.
La excarcelación requerida el martes demoró hasta un día después por un error de trámite subsanado durante la jornada.
Es la segunda vez que Fujimori, de 85 años, es liberado.
La primera fue la noche de Navidad de 2017 cuando el exmandatario estaba internado en una clínica por una caída de su presión sanguínea y recibió un indulto humanitario del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski.
El indulto fue anulado en 2018 por la Corte Suprema que lo consideró “incompatible con las obligaciones internacionales”. Fujimori retornó a prisión en 2019.
En esta ocasión Fujimori —que gobernó entre 1990-2000— salió en un vehículo acompañado de su hija mayor Keiko Fujimori, la líder del partido de derecha Fuerza Popular, y de su hijo menor el excongresista Kenji Fujimori.
Ni la presidenta Dina Boluarte ni sus ministros se han manifestado de forma pública sobre su excarcelación, pero el jefe de la agencia carcelaria, Javier Llaque, dijo la víspera a la radio local RPP que Fujimori no fue liberado el martes por un error de trámite del Tribunal Constitucional que debía ser subsanado al día siguiente.
En septiembre, Boluarte dijo en la Asamblea General de las Naciones Unidas que Perú era un país “respetuoso del derecho internacional”.
Hijos de Fujimori acudieron a Barbadillo
Keiko y Kenji Fujimori, llegaron horas antes al centro penitenciario de Barbadillo a bordo de un coche conducido por la propia Keiko, donde hicieron espera a la liberación de su padre.
Asimismo, decenas de simpatizantes del expresidente peruano se concentraron en los exteriores de la prisión a la espera de que Fujimori saliera finalmente de prisión.