(13 de diciembre del 2023. El Venezolano).- El General de División de las Fuerzas Armadas de Venezuela, Pedro José Naranjo Suárez, ha emitido un comunicado detallando las difíciles circunstancias que lo llevaron a huir de su país junto a su hijo, el Teniente Pedro Naranjo Machado. Ambos se vieron forzados a abandonar Venezuela después de que al General Naranjo se le otorgara una Medida Cautelar por razones médicas, tras ser brutalmente torturado como preso político del régimen de Maduro.
El General Naranjo Suárez expuso que, ante la falta de autonomía de los Poderes Públicos en Venezuela, se vio obligado a tomar la difícil decisión de exiliarse en Colombia. Sin embargo, al evaluar la situación de otros generales que enfrentaron juicios, observó un patrón de condenas sin pruebas sustanciales. La búsqueda de protección internacional, incluyendo solicitudes ante ACNUR y varias embajadas, no tuvo éxito.
Debido a la evolución política en Colombia y las amenazas percibidas, la familia Naranjo no encontró seguridad en ese país y se vio obligada a cruzar el peligroso Darién. Con pasaportes vencidos y anulados por el régimen, y bloqueados para su renovación, el cruce hacia México fue la única opción viable.
Una vez en México, el General Naranjo Suárez solicitó ayuda y protección al consulado de Estados Unidos en Matamoros, sin obtener respuesta satisfactoria. Ante la presión de un gobierno de izquierda en México, vinculado a organismos chavistas, decidieron cruzar el Río Bravo y entregarse a las autoridades en Brownsville, Texas, el 4 de octubre.
Lamentablemente, la situación de su hijo, el Teniente Pedro Naranjo Machado, es aún más precaria. A pesar de desertar para preservar su integridad física y vida, su solicitud de protección no fue concedida por el juez. Actualmente, se encuentra bajo custodia en Luisiana y enfrenta una amenaza real de deportación.
El General Naranjo Suárez invoca la Convención contra la Tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes para proteger a su hijo, argumentando que su expulsión a Venezuela representaría un peligro evidente de tortura.
La familia Naranjo hace un llamado a la comunidad internacional y a las autoridades estadounidenses para que consideren su situación y brinden la protección necesaria, cumpliendo con los principios fundamentales de derechos humanos y refugio.