CARACAS.- Para María Corina Machado, la líder opositora que se impuso en las elecciones primarias del pasado 22 de octubre y sobre quien pesa una inhabilitación política para ejercer cargos públicos, no existe la opción de hacerse a un lado para dejar que sea otro el candidato que se enfrente al chavismo en las presidenciales de 2024.
Machado ganó la primaria opositora con el 92.35 % de los sufragios, en un proceso en el que se movilizaron 2.6 millones de venezolanos. Desde ese momento, la política se erigió como la líder de una oposición que es duramente atacada y minimizada por el régimen de Nicolás Maduro, pero que ve en las presidenciales de 2024 una esperanza para conquistar un espacio político de cambio que represente a la mayoría de los venezolanos, en medio de la crisis sin precedentes y en diversos ámbitos que vive el país sudamericano.
Contra todo pronóstico, las primarias opositoras se realizaron, en un proceso llevado a cabo de manera independiente y autogestionado. Machado resultó la ganadora, pero ahora debe enfrentarse a un reto mayor: la inhabilitación para ejercer cargos públicos por 15 años que le fue impuesta en junio pasado.
Machado es clara al afirmar que esa sanción «no es jurídica, es política», y que no le «funcionó» al régimen, sino que, al contrario, fue más bien un «desafío al sistema», dijo en entrevista con elpais.com.
Luego de las primarias, Machado asevera que lo que está por venir es «el avance de un proceso con muchas dimensiones», pues «el chavismo está entendiendo que ha perdido la base social y en alguna medida la capacidad represiva».
«Las bases de las fuerzas armadas y los cuerpos de seguridad también tienen la sensación de que está pasando algo. Hay grandes tensiones internas en el seno de esta estructura heterárquica, con múltiples intereses, esto no es una dictadura convencional. Y necesita plata, porque han saqueado el país. Hay muchos incentivos y presiones para respetar el acuerdo que se firmó en Barbados», asegura.
Y recuerda que «ese acuerdo viene asociado al cumplimiento de una serie de compromisos que incluyen que todas aquellas personas que compitieron en las primarias puedan inscribirse en la próxima elección».
Mandato de Barbados
Las primarias opositoras fueron aplaudidas por la comunidad internacional, que celebró que los adversos al régimen de Maduro hayan escogido libremente a la candidata que los representará. No obstante, el régimen insiste en descalificar el proceso e incluso lo tilda de «fraude».
Al día siguiente de la consulta, altos dirigentes chavistas, desde Maduro hacia abajo, expresaron que el proceso fue una farsa y que el número de votantes fue inflado por los organizadores. No tardó mucho para que el fiscal general, Tarek William Saab, un cercano a Maduro, anunciara una investigación en contra de la Comisión Nacional de Primarias (CNdP), encargada de llevar a cabo las elecciones. Y luego, fue el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por Maduro, que en respuesta a una solicitud de un diputado aliado al régimen, emitió un fallo que suspende todo el proceso, incluyendo su resultado.
«La posición dentro del chavismo no es homogénea. Hay un sector que, por lo que ocurrió el 22 y las ondas expansivas que esto está teniendo, piensa que hay que avanzar hacia una transición ordenada y aceptar que serán oposición durante un tiempo y luego pretender volver, algo parecido a lo que ocurrió en Brasil con el PT. Han empezado a hablar al respecto. Hay otro sector dentro del chavismo que cree que con el control que tiene del sistema electoral podrían derrotarnos en las elecciones. Y algún sector que dice que en ningún caso se medirán conmigo», explicó.
Ante la pregunta de qué haría si le impiden inscribirse como candidata, Machado responde que «faltan 12 meses» y que su inhabilitación «es un elemento de orden político que al final va a depender del equilibrio de las fuerzas políticas». «Hemos ido creando condiciones para que esa situación se revierta», apuntó.
Agregó que «tenemos que concentrarnos en respetar el mandato… lo que hay que hacer es que Maduro entienda que por su propio interés tiene que cumplir con la palabra empeñada en Barbados».
Y añade: «defender el mandato del 22 no significa salir de un proceso electoral, todo lo contrario. El mandato es construir la fuerza y diseñar la estrategia para tener unas elecciones competitivas y que los venezolanos puedan elegir a la persona que votaron en las primarias».