lunes, octubre 7, 2024
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Oda a un abuelo corso de El Manteco.

Daniela Leoni Casado,

Es raro saber y sentir tanto orgullo por una persona a quien los más jóvenes de la familia no tuvimos la oportunidad de conocer en vida, pero eso no quiere decir que seamos ajenos ni lejanos a lo que él fue y lo que hizo Raúl Leoni.

Sin embargo, hablar de su trabajo y sus obras sería un poco redundante, por eso prefiero hablar desde un punto de vista más personal.

El legado más grande que nos ha dejado mi abuelo, para mí, no se trata solo de su presidencia. Se trata de quien fue como persona para llegar allí, de sus valores y principios que forjaron a aquellos que vinieron después de él.

Su perseverancia, honestidad, integridad, humildad, bondad y sus ganas de hacer el bien y lo correcto, son algo que veo reflejado todos los días de mi vida en mi familia. En mis tíos y primos, pero en especial en mi papá Raúl, mi mamá Maria Alejandra, mi hermano Raúl y mi hermana Mariamely.

Para mí, es un honor que me haya tocado encarar la vida con estas personas a mi lado porque ellos son el gran ejemplo que nos dio mi abuelo a nivel personal.

Y ese ejemplo que ellos siguen, es que la vida no se trata de uno solo. Se trata de ti más todo lo que te rodea, se trata de ser empático, de ayudar al prójimo, de alzar la voz ante las injusticias, de tu trato hacia los demás, de luchar por lo correcto y trabajar el cambio dentro de ti para hacer el bien en el mundo externo.

Son características que veo reflejadas en cada uno de ellos y me gustaría pensar que mi abuelo estaría muy orgulloso de que sus valores y principios aún se vean reflejados a través de su familia.

Si algo nos queda, no solo a mí, sino a todos nosotros de lo que hemos aprendido hoy en día sobre Raúl Leoni, es que no hay que ser presidente para obrar y hacer el bien. Solo hay que empezar en casa y tomar la decisión a diario de vivir una vida honesta, ayudando a los demás, de ser más empáticos y asegurarse de levantar la voz cuando sea necesario.

De esta manera, todos podemos llevar un poquito de Raúl Leoni a cualquier esquina del mundo.

Hacer el bien sin mirar a quién. Todo lo que surja de ahí, ya es ganancia para un mundo y una Venezuela mejor.


¡Gracias!

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