Si usted es judío y todavía apoya las políticas del Partido Demócrata, por favor lea lo siguiente y mantenga el control de sus emociones y temperamento mientras lo hace. Se ahorrará la sustitución de sus más queridas figuritas de Dresden. El pegamento Elmer hace un pésimo trabajo en ellos.
Afronta los hechos. Tu partido ha cambiado desde los días del régimen de Kennedy. Ahora es tan radicalmente progresista que odia abiertamente a los judíos. Ya lo sé. Yo era un defensor de FDR cuando era niño. Pero yo y otros descubrimos que su odio rabioso hacia los judíos nos fue ocultado por nuestros propios dirigentes políticos rabínicos y judíos, como ocurre hoy. Eso es triste y peligroso para nosotros. Siga leyendo.
Usted debe saber que Barack Hussein Obama fue miembro durante más de 20 años de quizás la iglesia que más odia a los judíos en el país: La Trinity United Church of Christ, Chicago, bajo el liderazgo del Reverendo Jeremiah H. Wright. Wright era y sigue siendo una persona que odia abiertamente a los judíos y a Israel, y nunca se esforzó por ocultar su fanatismo contra los judíos. Esto no pareció molestar a BHO, que se casó en la iglesia, bautizó allí a sus hijos y se sentaba en el banco de la primera fila cada domingo escuchando a su “tío adoptivo” despotricar y desvariar sobre “los judíos” durante más de 20 años.
Barack nunca se levantó y se marchó. Y en 2007, cuando Obama era el miembro más destacado de esa congregación (senador estadounidense en ejercicio), la iglesia concedió su premio al “Hombre del Siglo” a Louis Farrakhan, y Obama guardó silencio. Lo aprobó. Ya está todo dicho.
Pero aun así, el 78% de los judíos votaron por él… dos veces. Y al preguntar a estos votantes judíos a lo largo de los años por qué este odiador de judíos fue su elección, nunca he recibido una respuesta. Todavía estoy esperando.
Así pues, ha llegado el momento de analizar al actual presidente Biden y la actitud de su partido hacia los judíos e Israel. ¿Puede señalar a algún congresista republicano que sea tan odioso con Estados Unidos e Israel como los demócratas Bernie Sanders, Rashida Tlaib, Ilhan Omar, Alexandria Ocasio Cortez, Ayanna Pressley, Pramila Jayapal y Jamaal Bowman, por nombrar, por ejemplo, solo a unos pocos? ¡Por supuesto que no! Y estos odiadores de judíos nunca han sido denunciados o llamados por su peligrosa retórica por los líderes del Partido Demócrata. ¿Por qué? Porque la izquierda radical controla ahora el partido. Ellos mandan.
Y tengan en cuenta que desde el horrendo ataque del 7 de octubre de Hamás contra Israel, los demócratas se están alineando más abiertamente con los salvajes primitivos que decapitaron bebés, violaron niñas y arrastraron sus cuerpos desnudos detrás de camiones por las calles de Gaza para que los “civiles” pudieran escupir y tirar piedras a las desventuradas víctimas judías.
Militantes tan brillantes como Kamala Harris y Joe Biden están diciendo a Israel que detenga su asalto para destruir a Hamás a finales de diciembre. Y el ex almirante John Kirby y su jefe, el secretario de Defensa, el ex general Lloyd Austin, que orquestaron nuestra expulsión de Afganistán por salvajes descalzos, dejando atrás 83.000 millones de dólares del mejor armamento del mundo (parte del cual cayó en manos de Hamás), exigen ahora que Israel acepte un alto el fuego inmediato patrocinado por la ONU por causas “humanitarias”. Como permitir que Hamás se rearme y planee más ataques similares contra Israel.
Estos ignorantes, antiguos genios militares, deberían saber que las guerras siempre incluyen víctimas civiles, especialmente cuando son las de los atacantes iniciadores que ahora están siendo castigados por sus acciones. Cuando los aliados, en la Segunda Guerra Mundial, bombardearon ciudades alemanas como Dresde, Dusseldorf y Essen hasta hacerlas añicos, matando a decenas de miles de personas que no eran militares, nuestros dirigentes no pronunciaron ni una palabra de horror. ¿Y cuántos civiles fueron incinerados en Hiroshima y Nagasaki? Todos murieron porque teníamos que ganar la guerra que iniciaron nuestros enemigos. Ninguno de mis vecinos lloró nunca la muerte de esos civiles alemanes o japoneses. Murieron como víctimas de la guerra. Su guerra.
Pero las demandas para que Israel permita a Hamás vivir y matar de nuevo vienen de tu partido; el Partido Demócrata y sus líderes. No he oído a ningún líder demócrata pedir ningún alto el fuego o sentadas de paz entre Rusia y Ucrania, que están envueltas en una guerra interminable. ¿Por qué no? ¿Han pensado en ello? ¿No hay víctimas “civiles” en todas las guerras? ¿Son más importantes las musulmanas? Para su partido, evidentemente, ¡SÍ!
Deje que las palabras anteriores calen hondo. Piense en la postura histórica de su partido respecto a los judíos. Recuerde que los demócratas fueron los fundadores y llenaron las filas del tristemente célebre Ku Klux Klan vestido de blanco. Y en el funeral del senador Robert Byrd, líder demócrata durante mucho tiempo y antiguo Gran Mago del Ku Klux Klan, tanto Hillary Clinton como Joe Biden dedicaron elogios elogiosos a ese fanático. Ellos y su partido adoraban a su senador Byrd.
Y para añadir otro dato que quizá desconozcas, ningún demócrata asistió a la ceremonia celebrada en Jerusalén, durante la cual se trasladó oficialmente la embajada estadounidense desde Tel Aviv. Se opusieron al 100% a la acción, (poniéndose del lado del mundo musulmán) que nuestro Congreso había aprobado en 1995, a pesar de la firme oposición del entonces Presidente Bill Clinton (D).
Así que piénsatelo otra vez antes de seguir apoyando al Partido Demócrata. Especialmente si eres judío… piénsatelo bien. Si necesita ayuda, por favor responda.