BOGOTÁ.- El expresidente colombiano Álvaro Uribe principal figura de la oposición, acusó al actual mandatario, Gustavo Petro, de querer «generalizar la familia disfuncional» con su decisión de derogar el decreto que capacitaba a la Policía para perseguir el «microtráfico» de droga.
«Legalizar la droga, y entonces ¿la juventud y la familia y el futuro de la Nación? (…) La legalización del consumo recreativo y la eliminación de controles policivos, es un paso para generalizar la familia disfuncional, para destruirla, para llevar a la juventud a la ansiedad y a la aniquilación», dijo Uribe en la red social X.
«Esto contribuye a destruir la Nación, así al principio no se note. Es el camino ascendente al fentanilo y a la muerte. Entonces tendremos a papá y mamá ‘trabados’ los fines de semana y los niños, adolescentes y jóvenes a la suerte de la calle», advirtió.
El expresidente recordó que «Colombia no lleva personas a la cárcel por consumir o portar dosis personal de drogas, por eso no están penalizadas y el uso médico, científico, medicinal, está legalizado desde los años 1960».
El Gobierno colombiano derogó el decreto 1844 de 2018, con el cual se otorgaban competencias a la Policía Nacional para combatir el microtráfico de estupefacientes en espacios públicos. La norma prohibía la posesión, entrega, distribución y comercialización de drogas o sustancias prohibidas.
La medida no altera las penas de hasta 20 años de prisión para delitos de narcotráfico que contempla la ley colombiana, pero acaba con las multas equivalentes a unos cincuenta dólares que la policía impone a los consumidores.
«Si la Constitución permite la dosis personal, la actividad de la policía no se debe centrar en perseguir consumidores de estupefacientes sino en perseguir los grandes capos de la droga», dijo en la red social X el presidente Petro.
«Es necesario (…) evitar la criminalización de personas consumidoras de drogas a través de medidas correctivas», se lee en el decreto, fechado el 7 de diciembre.
El porte y uso de pequeñas cantidades de marihuana, cocaína y algunas drogas sintéticas ya había sido despenalizado por orden de la Corte Constitucional en 1994, pero las sanciones económicas fueron dejadas en firme por una decisión del gobierno del conservador Iván Duque en 2018.
Petro también ordenó a la fuerza pública cesar los operativos contra pequeños cultivadores de hoja de coca. Y abogó por un cambio de enfoque en la lucha antidroga que Colombia libra con la asistencia económica de Estados Unidos; principal mercado de la cocaína sudamericana.
La oposición asegura que estas decisiones limitan la capacidad de las autoridades para combatir al narcotráfico. Esto, en un contexto de expansión de los cultivos ilícitos y crecimiento del consumo a nivel local.