CARACAS.- El régimen de Nicolás Maduro dijo el sábado que aceptó sentarse con su par de Guyana para abordar la disputa territorial por el Esequibo, luego de una propuesta surgida en conversaciones telefónicas efectuadas con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y otras altas autoridades regionales.
De acuerdo con un comunicado difundido por la cancillería venezolana, Maduro mantuvo diálogos con Lula da Silva, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas y presidente Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos del Caribe (CELAC), Ralph Gonsalvez, y el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
En esas conversaciones Venezuela «recibió la propuesta de realizar una reunión de alto nivel con la República Cooperativa de Guayana”, indicó el comunicado, que no precisó la fecha para la cita y tampoco mencionó si la propuesta había sido aceptada por Guyana.
Guterres, por su parte, se comprometió a impulsar «un diálogo directo entre las partes” y en favor de una solución al conflicto, añadió la cancillería.
Señaló que Venezuela “asume dicha convocatoria con beneplácito y compromiso”, con el fin de «mantener América Latina y el Caribe como una zona de paz, sin interferencia de actores externos”.
No obstante, en el comunicado el gobierno ratifica su posición sobre «los incuestionables derechos soberanos de Venezuela sobre la Guyana Esequiba”.
Este anuncio no frena el proceso en la Corte Interamericana de Justicia (CIJ) de las Naciones Unidas, ante la cual Guyana demandó en 2018 el reconocimiento de un laudo arbitral de 1899 que determinó el dominio inglés sobre el territorio en disputa, cuando era aún colonia británica.
Venezuela desconoce la competencia de la CIJ y asegura que el conflicto debe ser resuelto al amparo del Acuerdo de Ginebra de 1966, cuando Londres admitió su reclamo dando lugar a un posible acuerdo diplomático y satisfactorio para las partes.
Consejo de Seguridad no toma medidas
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no tomó medidas inmediatas en una reunión de emergencia realizada el viernes a puerta cerrada a solicitud de Guyana, tras el referendo celebrado por Venezuela para reclamar la vasta región de Esequibo que constituye una gran parte de su país vecino.
Pero algunos diplomáticos dijeron que la opinión generalizada de los 15 miembros del Consejo era que el derecho internacional debe ser respetado, incluyendo el requisito de la Carta de la ONU de que todas las naciones miembro respeten la soberanía y la integridad territorial de cualquier otra nación, y que las partes respeten las órdenes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y su papel como árbitro.
Se distribuyó entre los miembros del Consejo un posible comunicado de prensa, y algunos dijeron que tenían que consultarlo con las capitales, según los diplomáticos, que hablaron bajo condición de anonimato porque las consultas eran privadas.
Al comienzo de la reunión, la subsecretaria de asuntos políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, informó al Consejo sobre la disputa, indicaron los diplomáticos.
En una carta al presidente del Consejo de Seguridad en la que solicitaba la reunión de emergencia, el ministro de Asuntos Exteriores de Guyana, Hugh Hilton Todd, acusó a Venezuela de violar la Carta de la ONU al intentar tomar su territorio.
La carta relataba el arbitraje entre la entonces Guayana Británica y Venezuela en 1899, y la demarcación formal de su frontera en un acuerdo de 1905. Durante más de 60 años, decía, Venezuela aceptó la frontera, pero en 1962 impugnó el arbitraje de 1899 que la fijó.
La discordia diplomática por la región del Esequibo se recrudeció desde entonces, pero se intensificó en 2015 después de que ExxonMobil anunciara que había encontrado grandes cantidades de petróleo frente a sus costas.
La disputa creció aún más cuando el gobernante venezolano, Nicolás Maduro, celebró el domingo pasadi un referendo en el que los venezolanos aprobaron su reclamo de soberanía sobre el Esequibo. A los votantes se les preguntó si apoyaban el establecimiento de un estado en el territorio en disputa, la concesión de la ciudadanía venezolana a los residentes actuales y futuros de la zona, y el rechazo de la jurisdicción del máximo tribunal de las Naciones Unidas para resolver el desacuerdo entre los países sudamericanos. Posteriormente, Maduro ordenó a las empresas estatales venezolanas que inicien de inmediato la exploración en la región en disputa.
La zona, de 159.500 kilómetros cuadrados (61.600 millas cuadradas), representa dos tercios de Guyana. Pero Venezuela, que posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, siempre ha considerado el Esequibo como suyo porque la región estuvo dentro de sus fronteras durante el periodo colonial español.
El presidente de Guyana, Irfaan Ali, acusó a Venezuela de desafiar una sentencia dictada el 1 de diciembre por la CIJ. En ella se ordenaba a Venezuela que no emprendiera ninguna acción hasta que el tribunal se pronunciara sobre los reclamos contrapuestos de ambos países, un proceso que se presume tomará años.
El régimen de Maduro condenó la declaración de Ali, y acusó a Guyana de actuar de forma irresponsable y de dar luz verde al Comando Sur del ejército de Estados Unidos para entrar en Esequibo.