CARACAS.- Al iniciar el 2024, Venezuela sigue registrando el salario mínimo más bajo de Latinoamérica, al tiempo que el régimen de Nicolás Maduro no ha decretado un aumento salarial desde marzo de 2022, y la inflación sigue siendo una de las más altas del mundo, con 286% interanual en noviembre pasado, según entes independientes.
El 15 de marzo de 2022, Maduro decretó un salario mensual de Bs.130, equivalentes al tipo de cambio en ese entonces a $30 al mes. Sin embargo, pasados ya 21 meses de ese anuncio el salario mínimo en bolívares perdió un 88% de su valor frente al dólar y actualmente los $30 de aquella época se convirtieron en $3.62.
El 1 de mayo de 2023, Maduro decretó un aumento en las bonificaciones estatales que reciben los trabajadores, pero éstos no tienen carácter salarial y no generan pasivos laborales.
Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) la inflación acumulada a noviembre de 2023 fue de 182%. De acuerdo a este organismo que lleva registro del alza de los precios de forma independiente, la cotización del dólar pisó el freno en los últimos meses debido a la contracción del consumo y la contención del gasto público. Sin embargo, la inflación de Venezuela sigue siendo una de las más altas del mundo.
El tipo de cambio oficial culminó 2023 con un incremento de 105%, mientras que en 2022 fue de 286%.
«Para estabilizar al dólar el gobierno frena el aumento de los bolívares que circulan en la economía. Sin bolívares, no es posible comprar dólares. La estrategia consiste en restringir el crédito y disminuir la expansión del gasto público, dos medidas que tienen consecuencias», en la demanda de bienes y servicios, así como en el crecimiento de la economía, dice el periodista especializado en la fuente económica, Victor Salmerón.
Y en medio de este contexto están las consecuencias para los trabajadores.
«El bajo nivel del gasto público implica, entre otras cosas, salarios diminutos para los trabajadores del Estado, pensiones de vejez ínfimas, desaparición de la inversión pública y universidades con presupuestos exiguos», agregó Salmerón.
Conflictividad laboral
El régimen de Maduro finalizó el 2023 con una deuda acumulada con los trabajadores venezolanos, que han exigido en las calles el aumento del salario. Entre marzo de 2022, cuando se decretó el último aumento, hasta el pasado mes de diciembre, se registraron 2.565 conflictos laborales en Venezela, según el Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin).
De acuerdo a las estimaciones del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), difundidos a final de diciembre de 2023, en noviembre pasado una familia necesitaba $522.01 para cubrir sus necesidades básicas de alimentación, en tanto que la cesta básica alimentaria tuvo un costo de $493.53.
En ese mismo mes, se necesitaron en Venezuela 148.72 salarios mínimos para adquirir la cesta básica alimentaria.