«Yo creo que Uruguay tiene una divina oportunidad para radicar familias. Uruguay siempre ha sido un país de brazos abiertos para países que están expulsando a su gente, básicamente venezolanos, cubanos y de otros lugares de América Latina», dijo Luis lacalle Pou, el presidente electo de ese país.
«Estamos seguros de que Uruguay se convertirá en un país no solo para invertir, sino para que vengan familias extranjeras», expresó, según el portal argentino Infobae.
El mandatario electo, que tomará posesión de su cargo el 1 de marzo próximo, aseguró que el país es «un lugar para que la gente que lo está pasando mal diga que aquí se respeta la inversión, donde pueden traer a sus familias, donde hay certeza jurídica».
Uruguay, que sufre de una histórica despoblación, también es afectado por el creciente envejecimiento poblacional, que incide directamente sobre sus posibilidades de crecimiento económico. Ese país es el segundo más envejecido de la región, solo superado por Cuba.
Por esa razón, el nuevo mandatario prometió que, cuando asuma como presidente, lanzará un paquete de medidas orientadas a flexibilizar más las normas para obtener residencia en el país, además de favorecer que unos 100.000 argentinos vayan a trabajar a su territorio
Lacalle Pou indicó en sus declaraciones que el cambio de bandera política, tras 15 años de gobiernos de izquierda en Uruguay, no significará un cierre de puertas para los emigrantes.
Cuba es una de las nacionalidades a las que Uruguay exige visa de ingreso. Pese a que desde enero de 2019 rige una flexibilización, la mayoría de los recién llegados de la Isla siguen la misma ruta que hicieron antes sus compatriotas: salen de La Habana en vuelo a Guyana y luego, con la intermediación de «coyotes» (personas a quienes se les paga para transportar a escondidas a inmigrantes ilegales), atraviesan Brasil hasta la frontera con Uruguay.
Los cubanos solicitan refugio para no ser deportados y, más tarde, renuncian a ese estatus para iniciar la residencia (1.854 cubanos iniciaron el trámite hasta mediados de 2019). Los venezolanos, por acuerdo del MERCOSUR, pueden tramitar la residencia sin complicaciones (2.586 lo hicieron en 2019).
Los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, fuera de la toma de posesión
A pesar de lo anterior, el cambio de signo ideológico sí será manifiesto una vez que asuma el nuevo Gobierno en Montevideo. Por ello, Lacalle Pou ordenó que, por una decisión personal, ni Venezuela, ni Nicaragua, ni Cuba iban a estar invitados al traspaso de la banda presidencial, según dijeron al diario uruguayo El Observador allegados al político.
Una de las invitaciones que todavía deben resolver es la de Bolivia, por su compleja situación política, en la que hay una Presidencia interina, tras la renuncia de Evo Morales.
El canciller designado, Ernesto Talvi, dijo días atrás que la invitación o no de Cuba, Nicaragua y Bolivia iba a realizarse en base al artículo primero de la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA). «Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas», dice el texto.
Para el nuevo Gobierno uruguayo, Cuba, Nicaragua y Venezuela no son «democracias plenas».
En el caso de Venezuela, el Gobierno electo decidió no invitar a Nicolás Maduro porque una de las primeras medidas que tomará la Cancillería uruguaya cuando asuman las nuevas autoridades será declarar que para Uruguay la situación venezolana no es otra que la de una dictadura.
En esa línea, Talvi anunció que el próximo Gobierno uruguayo tiene resuelto reconocer al líder opositor, Juan Guaidó, como «presidente legítimo» de la Asamblea Nacional de Venezuela. De inmediato, el 2 de marzo, el Gobierno de Lacalle Pou se retirará del Mecanismo de Montevideo, una iniciativa uruguayo-mexicana que busca poner fin a la crisis política, económica y social que vive Venezuela.
Talvi señaló que continuarán en el Grupo de Contacto Internacional, liderado por Uruguay junto a la Unión Europea, ya que consideran que es lo suficientemente representativo y ha logrado avances.
Sobre esa decisión, Rodolfo Nin Novoa, actual ministro de Relaciones Exteriores y candidato a la Intendencia de Cerro Largo por el Frente Amplio, dijo que «va a tener consecuencias».
«Me parece que aquello que se habló tanto de que las relaciones exteriores no podían estar ideologizadas, están haciendo lo contrario desde este punto de vista. Nosotros tenemos relaciones con esos países. En fin, harán lo que deseen al respecto», declaró al diario uruguayo El País.
«Con Cuba tenemos muchas cosas: hay médicos cubanos que han operado 90.000 personas de la vista y gratis. Hay un proyecto lechero que se está desarrollando con CONAPROLE», explicó Nin Novoa.
Fuente:Diario de Cuba