«El calendario electoral avanza, y elaborar otra propuesta de ley reduce el tiempo para cumplir el mandato de la corte constitucional de tener una legislación para las elecciones del 28 de febrero de 2021», dijo Cartagena, comunicólogo y capacitador del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador.
Cartagena aclaró que el voto en el exterior, regulado desde 2014 para la elección presidencial, ha aportado un porcentaje marginal, pues solo una porción de la diáspora salvadoreña posee el Documento Único de Identidad (DUI), y del grupo que se empadrona muy pocos ejercen finalmente el sufragio, por lo engorroso del proceso.
Por tanto, los actuales encontronazos entre los poderes Ejecutivo y Legislativo respecto de las reformas a la Ley del Voto Exterior tienen más de propaganda política que de interés real en garantizar el derecho a que los llamados «hermanos lejanos» participen de los procesos electorales, estimó el especialista.»Hay una suerte de cálculo político, de hacer ver que hay una preocupación por una diáspora que, hasta ahora, no ha votado masivamente en los espacios regulados», insistió.
El presidente Nayib Bukele vetó el 18 de febrero las reformas presentadas por la Asamblea Legislativa (parlamento), tildándolas de «adefesio jurídico» y de no cumplir la sentencia 156-2012 de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
Dicho fallo, emitido en diciembre de 2016, ordena a los diputados legislar para que los salvadoreños residentes en el exterior puedan ejercer el sufragio activo o pasivo: elegir y ser elegidos en los diversos procesos electorales de este país.
La propuesta recién vetada por Bukele avalaba la participación de los salvadoreños residentes en el exterior en las elecciones legislativas y municipales, mediante voto postal y tras demostrar un arraigo y estar empadronados en el municipio donde pretendieran votar.
«Es entendible el voto por un presidente, porque sus políticas pueden afectar al emigrante, e incluso por los diputados, que pueden legislar, por ejemplo, sobre las remesas enviadas [desde el exterior], pero las políticas de un alcalde son locales, de ahí el requisito de demostrar un arraigo», acotó Cartagena.
El especialista considera que para que más salvadoreños voten desde el exterior en los próximos comicios, es preciso mejorar los procesos de obtención del DUI, empadronamiento y traslado de los paquetes electorales.Otra diferencia entre Bukele y la Asamblea radica en el método para votar desde el exterior, pues el Ejecutivo insiste en la implementación del voto electrónico, mientras el Legislativo defiende el voto postal por considerarlo más seguro y auditable.
El Salvador celebrará el 28 de febrero de 2021 elecciones legislativas y municipales en las cuales Bukele aspira a lograr con su partido Nuevas Ideas una victoria que le garantice mayor ascendencia en las alcaldías y en el parlamento.
Fuente: SputNikNews