Con un total de 2.327 muertos por COVID-19 y 30.416 contagiados, Ecuador avanza poco a poco en la reactivación de sus actividades, demandada más por la necesidad de ingresos de los ciudadanos que por las disposiciones de las autoridades, que mantienen la cautela en la lenta entrada a la «nueva normalidad».
De acuerdo a los datos oficiales difundidos este martes, en Ecuador hay, además, 1.544 fallecidos probables por coronavirus, con lo que, de ser confirmados, el número de muertos por la enfermedad se elevaría hasta ahora a 3.871.
De total de contagiados, 14.125 están estables en aislamiento domiciliario, 400 hospitalizados en condiciones estables y 189 con pronóstico reservado.
Hasta el momento se han tomado 85.233 muestras para COVID-19 entre PCR y pruebas rápidas.
De acuerdo a las pruebas PCR, la provincia del Guayas es la más afectada con 11.999 casos, seguida por las de Pichincha (2.336), Manabí (1.277), Los Ríos (1.006), El Oro (707), Azuay (576), Santa Elena (521), Santo Domingo de los Tsáchilas (488), Esmeraldas (372), Tungurahua (312).
El resto de provincias tienen menos de 300 casos cada una, según las cifras del Gobierno, que en datos positivos apunta que 3.433 pacientes se han recuperado y hay 2.782 casos con alta hospitalaria y 7.163 con alta epidemiológica.
DAULE, EN AMARILLO EN MEDIO DE INCERTIDUMBRE
Desde el pasado 4 de abril, el Gobierno aplica un sistema de «semaforización» para el levantamiento paulatino y coordinado de las restricciones a la movilidad y la vuelta progresiva a las actividades laborales.
Por disposición del Ejecutivo, la decisión del cambio de rojo a amarillo o a verde, así como su eventual regreso a esos colores, depende de los alcaldes, aunque hasta ahora sólo dos de los 221 cantones nacionales, Palora (Morona Santiago) y Daule (Guayas), han pasado de rojo a amarillo.
En Daule el comercio se reactivó este martes con una población que a partir de ahora podrá salir a la calle hasta las 18:00 horas, en lugar de las 14.00 que imponía el toque de queda del semáforo en rojo, y en ambos casos hasta las 05:00 del día siguiente.
A los temores de la población por la pandemia, se sumó este martes la confusión por las disposiciones para la circulación de vehículos pues, aunque en Daule se amplió el rango a dos veces por semana y dependiendo de la placa, en sus alrededores la medida no aplica.
Quienes intentaron cruzar al vecino cantón de Guayaquil, que sigue en «rojo», tuvieron dificultades y en determinadas zonas se registraron fuertes congestiones debido a los controles de las autoridades.
Unos controles que también han debido duplicarse en otras zonas, como en la provincia andina de Tungurahua, donde la Policía investigaba una serie de robos hoy en un mercado informal y el atraco a un camión distribuidor de bombonas de gas de uso doméstico.
HAMBRE Y DEUDAS EMPUJAN A LA POBLACION
Por su parte, Quito, la capital de Ecuador, se mantiene en el «rojo», lo que implica rígidas restricciones que cada vez se respetan menos debido a la necesidad de la población de conseguir recursos económicos casi dos meses de aislamiento y paralización económica.
Este martes, gran cantidad de vendedores ambulantes, varios de ellos con niños, se apostaron en las calles para expender, especialmente frutas y legumbres.
Por otra parte, algunos locales comerciales cuya actividad aún no está permitida iniciaron labores: unos a puerta cerrada y otros con atención restringida.
Afectados por deudas, vendedores y trabajadores justificaron su decisión en la necesidad de comer: «Si no trabajo, no tengo qué comer», decía una vendedora de frutas de la capital.
Por otro lado, y ante las millonarias pérdidas económicas, los grandes centros comerciales perfilaban hoy protocolos para el retorno paulatino a las actividades, y plantean para ello el inicio con un aforo del 30 por ciento.
Fuente: EFE