El Gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump, canceló la licencia de la cadena Marriott para dirigir el hotel Four Points en La Habana, la capital cubana.
El hotel reabrió sus puertas en 2016 y era el único establecimiento de este tipo dirigido por una empresa estadounidense desde 1959 en Cuba, lo que se consideraba como una muestra del intento por parte del ex presidente de Estados Unidos Barack Obama de mejorar las relaciones con la isla.
“Hemos recibido recientemente la noticia de que la licencia emitida por el Gobierno no será renovada, lo que fuerza a Marriott al cese de operaciones en Cuba”, afirmó Kerstin Sachl, director de operaciones para América Latina y El Caribe de la empresa.
Sachl ha asegurado que el Departamento del Tesoro le ha trasladado a la compañía que sus operaciones en Cuba deben terminar antes del 31 de agosto, por lo que la empresa no podrá dirigir otros establecimientos en la isla. La Administración estadounidense renovó la licencia a la empresa durante dos años en 2018 y la compañía tenía intención de dirigir un segundo hotel en La Habana.
Este misma semana, Estados Unidos anunció la suma de siete sub entidades cubanas a la Lista de Restricciones de Cuba por beneficiar “a la dictadura de Castro” que, según el Departamento de Estado, “usa los beneficios de sus empresas para oprimir a los cubanos y financiar su interferencia en Venezuela, a expensas de los cubanos y de la empresa privada”.
Entre estas siete nuevas subentidades se encuentra Fincimex, “una institución financiera controlada por el Ejército”, según explicó el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en un comunicado. Además, se incluyó a tres hoteles propiedad del Ejército, dos centros de buceo y un parque marino para turistas, también de propiedad militar.Entre tanto, Mike Pompeo, ha denunciado el intento del Partido Comunista Chino de aprovechar políticamente la muerte del afroamericano George Floyd durante una detención policial, que ha generado una oleada de protestas en todo el país.
“El desalmado intento del Partido Comunista Chino de aprovechar la trágica muerte de George Floyd para su propio beneficio político no tendrá éxito. En su mejor momento Beijing impone inmisericorde el comunismo. Ante sus desafíos más difíciles, Estados Unidos garantiza la libertad”, ha apuntado Pompeo a través de su cuenta en Twitter.
“El contraste entre los Estados Unidos y el Partido Comunista Chino (PCCh) no podría ser más claro: en China, cuando una iglesia se quema, el ataque fue casi seguro dirigido por el PCCh. En EEUU, cuando una iglesia se quema, los incendiarios son castigados por el gobierno, y es el gobierno el que trae camiones de bomberos, agua, ayuda y consuelo a los fieles”, afirmó el secretario de Estado.