«Sabemos que los temas delictivos ocurren más en horas de la noche y en horas de la madrugada; los fines de semana los delincuentes aprovechan que la gente está llegando de un hecho de diversión para robar”, aseguró.
El ministro del Interior se sumó así a su colega de Defensa, general Walter Martos, quien a fines de mayo sugirió mantener el toque de queda por tiempo indefinido, alegando que antes la pandemia debe estar bajo control.
“En cuanto a la delincuencia habrá un desembalse, debido a que los delincuentes han estado cumpliendo la cuarentena (obligatoria), y ya esta situación (asaltos, robos) se está empezando a dar», declaró.
Perú está bajo toque de queda nocturno desde hace 90 días. En Lima, se cumple entre las 21h00 y las 04h00 del día siguiente, mientras que en las regiones más afectadas por el virus entre las 18h00 y 04h00 locales, de lunes a sábado. Los domingos la restricción rige 24 horas en todo el país.
El ministro indicó que la policía reforzará la vigilancia en las calles con 5.000 agentes adicionales a partir de agosto.
Perú amplió hasta el 30 de junio la cuarentena y el toque de queda.
«La delincuencia se va a desbordar cuando acabe el confinamiento, porque la pobreza ha crecido y hay gente que se ha quedado sin ingresos y trabajo», señaló hace una semana a la AFP el exministro del Interior Fernando Rospigliosi.
En mayo, la prensa empezó a destacar el auge de asaltos a farmacias y el tráfico ilegal de insumos médicos.
En Perú los casos confirmados de COVID-19 suman 232.992, la segunda cifra más alta de la región detrás de Brasil. Los muertos llegan a 6.860.
Fuente: Diario las Américas