Los contagios por la covid-19 se han incrementado en Ecuador el 50 % y los fallecimientos el 253% desde que se iniciara el 4 de mayo la desescalada, mientras el Gobierno ha resuelto prolongar otros 60 días el estado de excepción.
Un decreto firmado por el presidente, Lenín Moreno, indica que «considerando que la covid-19 sigue afectando al Ecuador y que, además, dicha pandemia ha generado un duro impacto en la economía», es necesario «ampliar por 60 días más el estado de excepción que rige en todo el territorio».
El decreto 1074 busca, por un lado, continuar con el control de la enfermedad a través de «medidas excepcionales necesarias para mitigar el contagio masivo» y, por el otro, «establecer mecanismos emergentes» para enfrentar «la recesión económica» y «la crisis fiscal».
Según las últimas estadísticas, el número de contagios en Ecuador ascendía este martes 16-J a 47.943, 621 más que la jornada anterior, y el de fallecimientos a 3.970, otros 41.
A estos decesos habría que sumar otros 2.683 que aún no han sido constatados como resultado de la covid-19 pero que son «probables».
Sumadas o sin sumar esas cifras, el país está al frente de las estadísticas regionales de contagio por cada 100.000 habitantes y con un rango de decesos alto: 8,2% de los contagios (sin contar los casos probables).
Solo desde el 4 de mayo, cuando Moreno autorizó la reactivación, se han sumado a los contagios 16.062 casos (incremento del 50%), y a los fallecidos «oficiales» 2.401 (253%). Los «probables» se multiplicaron también por dos.
De 221 cantones, 75 aún en rojo
Ecuador calcula que perderá este año en ingresos unos 14.000 millones de dólares debido a la paralización del mercado, la pérdida de exportaciones, los gastos en material médico y la caída del precio del petróleo.
Si a ello se suma la escasez de liquidez del Estado desde el año pasado, por una abultada deuda de 60.000 millones de dólares, el cóctel ha sido devastador.
El decreto recién rubricado destaca que con arreglo a las disposiciones de emergencia, las instituciones del Ejecutivo «deben coordinar esfuerzos para reactivar las actividades económicas, particularmente en las provincias más afectadas por la presencia del coronavirus y en aquellas que aún siguen en color rojo» del sistema de semáforo epidemiológico.
De los 221 cantones del país, divididos en 24 provincias, en este momento hay 75 con máxima precaución y limitaciones, es decir, con el semáforo en rojo.
Otras 143 jurisdicciones cantonales han pasado al amarillo en el último mes, lo que significa que han reactivado sectores económicos no vitales, si bien aún con ciertas restricciones como las de evitar aglomeraciones en establecimientos y oficinas, en las que se permite entre el 30 y el 50 por ciento del aforo.
Y tan sólo tres cantones han declarado el verde y pasado a una normalidad relativa: Aguarico, en la provincia de Orellana (noroeste); Daule, en la de Guayas (suroeste); y esta misma semana, Mocha, en Tungurahua, en el corazón del país sobre la sierra andina.
Reactivado el transporte de forma limitada
El decreto presidencial que aplaza la emergencia mantiene suspendidos los derechos a la libertad de asociación, reunión y tránsito, con el fin de «mantener las medidas de aislamiento y distanciamiento social».
«Tal como ya ha venido funcionando, se mantiene el toque de queda y los horarios y mecanismos de restricción seguirán en manos del COE nacional, en función del color de semáforo adoptado por las autoridades de cada cantón», precisa la nota.
La reactivación se ha traducido por ejemplo en la reanudación del transporte público urbano, también del interurbano entre cantones del mismo color, y hasta de los vuelos nacionales e internacionales.
Así, este lunes los vuelos entre las tres principales ciudades del país, Quito, Guayaquil y Cuenca, fueron retomados con frecuencias limitadas.
También han vuelto a operar los vuelos internacionales, aunque con ciertas limitaciones, desde destinos que así lo permitan, como EE UU y Holanda.
Fuente: Panorama