Ecuador recibirá en los próximos tres meses unos 7.150 millones de dólares en créditos de organismos multilaterales y bancos chinos, recursos que permitirán cubrir pagos atrasados a varios sectores y ampliar la cobertura de asistencia social, dijo el domingo el presidente Lenín Moreno.
El país enfrenta serios problemas de liquidez por la caída del precio del petróleo y los efectos de la pandemia del coronavirus, lo que elevará el déficit fiscal a unos 8.300 millones de dólares, según datos del Ministerio de Economía.
«En los próximos tres meses recibiremos 7.150 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo, de la Corporación Andina de Fomento y de los bancos chinos», dijo Moreno en una intervención televisada.
«Estos recursos nos permitirán cubrir los gastos de este año, atender las necesidades de la población en salud y educación pero, por supuesto, no son suficientes para resolver todos los problemas del país, que son muchos», añadió.
El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la semana pasada un crédito para Ecuador por 6.500 millones de dólares a 10 años, una tasa de interés del 2,% y en base a un programa de 27 meses.
Moreno dijo que un primer desembolso del FMI por 2.000 millones de dólares ya está en las cuentas del país. El mandatario no dio detalles sobre el resto de los recursos.
Con los recursos que ingresarán al país, el Gobierno se pondrá al día en los sueldos de los servidores del sector público, cubrirá pagos atrasados a proveedores del Estado, municipios, cooperantes de proyectos de inclusión social y trabajadores de empresas estatales que fueron liquidadas.
Además, Moreno anunció que ampliará la cobertura de la asistencia social que brinda a grupos vulnerables de la población y aumentará los créditos en condiciones blandas para negocios afectados por la pandemia.
El presidente, que concluirá su mandato en mayo del 2021, dijo que la economía sigue «frágil». Ecuador logró una exitosa renegociación con tenedores de sus bonos soberanos a fines de agosto y logró diferir el pago de capital de los créditos vigentes con bancos chinos.