La movilización se realizó tres semanas después de que la abrumadora mayoría de los chilenos se pronunciaó a favor de reformar la constitución legada por la dictadura de Augusto Pinochet (1973) a la consideran el germen de la desigualdad social.
Durante la manifestación, miles de personas que transitaban por la zona se vieron afectadas por el agua con químicos y los gases lacrimógenos lanzados por la policía.
Un manifestante identificado como Alex Acuña, un mecánico de 37 años, explicó a la AFP sus motivos para concurrir: «No se ha logrado nada» todavía, afirmó pese al contundente triunfo de la opción «apruebo» al cambio de la Constitución en el plebiscito del pasado 25 de octubre.
«Siempre se ha pedido la renuncia de Piñera desde un inicio por todo lo que ha ocurrido en el estallido social, las violaciones a los derechos humanos sistemáticas, ha habido muertos, una cantidad de personas con trauma ocular… y no hay responsable. Los altos mandos nunca salen juzgados o se van a la cárcel», agregó.
En el mismo sentido otra manifestante, la estudiante de 27 años Danae Cariqueo, afirmó: «No se puede soltar la calle, es donde se hace escuchar el pueblo. Por eso nos tienen tanto miedo y nos reprimen como lo están haciendo. (Seguiremos) hasta que se acabe y todo cambie»
Fuente: Diario las Américas