Guatemala lanzó nuevas medidas para tratar de frenar el paso de una nueva caravana que intenta ingresar a su territorio con destino a Estados Unidos, proveniente de Honduras. Este jueves el Gobierno autorizó el uso de la fuerza contra los migrantes y advirtió que exigirá resultados negativos de pruebas de Covid-19 en sus controles fronterizos.
La medida del Ejecutivo tendrá una vigencia de al menos 15 días y abarca siete departamentos, por donde los centroamericanos normalmente viajan hacia México con Estados Unidos como destino final. Lo hacen en busca de oportunidades y para huir de la violencia y la pobreza.
El anuncio llegó luego de que el miércoles en la noche partiera un primer grupo de 250 personas desde Honduras. Se espera que este viernes en la mañana salga una segunda caravana con entre 1.500 y 2.000 personas.
“Nos dirigimos a Estados Unidos porque es imposible vivir en Honduras (…) No hay trabajo ni seguridad”, dijo un hombre que se negó a dar su nombre a la televisión hondureña, mientras caminaba hacia la frontera con Guatemala junto a un niño cargado en sus hombros.
De acuerdo con las autoridades, a través de foros en Internet y redes sociales, cientos de centroamericanos han discutido planes para huir a Estados Unidos, mientras la región se sumerge en la crisis económica, altos índices de violencia y devastadoras consecuencias de destrucción, pobreza y desempleo que dejaron los dos grandes huracanes de noviembre: Iota y Eta.
Tanto Guatemala como Honduras anunciaron que desplegarán miles de soldados para tratar de detener el paso de los migrantes.
Guatemala advierte a los migrantes que les exigirá resultados negativos de pruebas de Covid-19
La Administración de Giammattei justificó el ‘Estado de Prevención’ al señalar que muchas personas ingresan a su país sin cumplir con los requisitos de bioseguridad ante la pandemia del Covid-19, por lo que considera a estas llegadas un “peligro para la población y el personal de salud”.
Ante esta situación, el Gobierno advirtió que exigirá resultados negativos de pruebas recientes de Covid-19 a los miembros de las caravanas de migrantes. Este requerimiento ya había sido anunciado para los viajeros en general el pasado octubre cuando Guatemala reabrió sus fronteras aéreas, marítimas y terrestres.
“Apenas tenemos para comer, ¿cómo creen que vamos a pagar estas pruebas?, cuestionó Ulises Santos, un joven de El Salvador que espera unirse a la caravana.
En una declaración conjunta liberada esta semana, El Salvador, México, Honduras y Guatemala anunciaron la imposición de medidas de salud coordinadas, en un intento por disuadir el éxodo masivo.
Pese a las explicaciones por cuestiones sanitarias por parte de los gobiernos, los expertos en migración indican que las decisiones son parte del esfuerzo de las autoridades centroamericanas, con la presión de Washington, para detener el flujo de migrantes hacia territorio estadounidense.
“El objetivo (de la Policía local) es detener a los migrantes, ya sea mediante represión, amenazas, extorsión o requisitos para presentar una prueba de Covid-19”, aseguró el reconocido activista hondureño de derechos humanos, Ismael Moreno.
Estas primeras caravanas del año se producen a pocos días de la posesión del nuevo mandatario estadounidense Joe Biden, quien ha prometido distanciarse de las duras medidas antimigratorias del jefe de Estado saliente, Donald Trump. Sin embargo, aún no está claro cómo desarrollará su política frente a los migrantes.
No obstante, la intensificación de esfuerzos de las autoridades de México y Centroamérica probablemente serán un alivio para Biden, pues sus asesores han manifestado en privado la preocupación de que aumente el número de migrantes que intenta llegar a Estados Unidos en los primeros días de su Gobierno.
Fuente: France24