Según Unicef, el número de niños, niñas y adolescentes migrantes reportados en México ha aumentado considerablemente en lo que va de año, pasando de 380 a casi 3.500.
Las autoridades mexicanas detectan cada día un promedio de 275 migrantes más mientras esperan para entrar en Estados Unidos o tras ser retornados, alertó Unicef.
«Nos preocupa profundamente que las condiciones de vida de los niños, niñas, adolescentes y las madres migrantes en México pronto puedan deteriorarse aún más», dijo Gough.
Unicef indicó que en muchos albergues mexicanos, los menores, que en su mayoría provienen de Honduras, Guatemala, El Salvador y México, representan al menos el 30% de los migrantes, el mayor porcentaje jamás registrado.
El organismo de la ONU también advirtió que los traficantes de personas «aprovechan descaradamente» la desesperación de las familias que buscan escapar de la violencia de las pandillas, la pobreza, la violencia doméstica, los efectos del cambio climático y el desempleo por la pandemia.
Según la nota, familias migrantes en Ciudad Juárez y Tijuana denunciaron violaciones de los derechos humanos durante el viaje, como extorsión, abusos sexuales, secuestros y tráfico de personas.
«Las familias centroamericanas no están emigrando, están huyendo» de sus países de origen, declaró Gough. «Entonces, ¿por qué iban a regresar? A menudo, no hay nada por lo que puedan volver», añadió.
Para paliar la situación, Unicef pidió una rápida expansión de las instalaciones de acogida en México e hizo un llamado a invertir en las comunidades más pobres de México y Centroamérica para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes y evitar la migración irregular.
Además, solicita «urgentemente» 23 millones de dólares para brindar a los grupos más vulnerables de México acceso a educación de calidad y a servicios básicos.
Fuente: Diario las Américas