Al desestimar los cuestionamientos López Obrador descartó el martes que la decisión del Senado sea inconstitucional y dijo, durante su conferencia matinal, que si Zaldívar no continúa en su cargo “van a quedar como letra muerta las leyes que se aprobaron para renovar el Poder Judicial”.
Agregó que “no hay otro porque la mayoría en la Suprema Corte la tienen quienes vienen del antiguo régimen y se requiere que los jueces, los magistrados, los ministros estén al servicio del pueblo, no al servicio de los grupos de intereses creados”.
De igual forma el mandatario rechazó los señalamientos de algunos de sus críticos que sostienen que podría utilizar estas acciones para promover una reforma legal y lograr su reelección. “Yo no soy como ellos”, dijo López Obrador al asegurar que cuando termine su período en septiembre de 2024 se retirará por completo de la actividad política para vivir de su jubilación.
El gobernante defendió a Zaldívar, quien asumió la dirección de la Corte en 2019, asegurando que es un “hombre íntegro, honesto y que ayudaría mucho en la renovación del Poder Judicial”. Como parte de su proyecto político López Obrador ha promovido reformas en los sectores eléctrico y de hidrocarburos.
Entre los que han cuestionado la decisión del Senado mexicano está Human Rights Watch (HRW) que a través de su director para las Américas, José Miguel Vivanco, afirmó que con la extensión del mandato de Zaldívar, quien también dirige el Consejo de la Judicatura, López Obrador “se asegura una mayoría de 4 de los 7 miembros” en esa instancia que puede tomar “decisiones trascendentales tales como aprobar el retiro forzoso de jueces”.
Vivanco dijo a The Associated Press que de avanzar la iniciativa legislativa el mandatario mexicano lograría una mayoría absoluta en el Consejo de la Judicatura con la cual podría “destituir, hacer, y deshacer en el Poder Judicial”.
El director de HRW recordó la polémica que surgió en marzo luego de que el mandatario mexicano pidió al Consejo de la Judicatura que investigara a un juez que paralizó una reforma del sector eléctrico aprobada por la mayoría oficialista del Congreso.
Por su parte, Marisol Méndez, coordinadora de asuntos de Estado de Derecho de la ONG mexicana Fundación para la Justicia, expresó a la AP que es “sumamente preocupante” la decisión sin precedentes que tomó el Senado porque constituye “una señal de intromisión por parte del Poder Legislativo con algo que es competencia del Poder Judicial que es la definición de quien ocupa la presidencia”.
Méndez afirmó que la ruptura de la división de poderes es riesgosa porque el Poder Judicial sirve muchas veces con un contralor del Ejecutivo y el Legislativo y es la instancia donde suelen resolverse los conflictos de tipo político.
Fuente: Diario las Américas