Perú está caldeándose como si se tratara de un duelo medieval. Los dos candidatos que se disputan la presidencia, Keiko Fujimori y Pedro Castillo están al borde de su primer duelo público para luchar por el poder con un debate televisivo en el que se enfrentarán con sus propuestas totalmente antagónicas. Derecha o izquierda. Capitalismo o comunismo.
La justa ya tiene día, hora y lugar. El socialista Castillo propuso el combate en su zona de confort, en Puña, provincia de Chota, región Cajamarca, donde reside, o en “cualquier plaza de pueblo”.
Keiko está lista. Desde su cuenta en Twitter aceptó el encuentro y lo pautó para este domingo a las 8:00 de la noche para que “todos los peruanos puedan verlo en vivo”.
Los extremos en llamas
“La propia situación es extrema, crítica, no sólo por ideología política. La segunda vuelta de la elección no parece ofrecer alternativas”, afirma Carlos Indacochea, analista y profesor del Departamento de Políticas Internacionales en la Universidad George Washington en entrevista con PanAm Post.
Estas convocatorias traducen que ambos están tratando de atenuar sus posiciones con miras a la votación y en eso tiene ventaja Fujimori porque “hoy en Perú hay más espacio (o menos dogma) en las posiciones de derechas y el miedo al comunismo es el gran catalizador”.
Tener a Mario Vargas Llosa de su lado profundiza esa ventaja porque “en situaciones de alarma, el conservadurismo es muy ecuménico. Esto hace más improbable que gane Castillo o, por lo menos, que convenza. Le resulta difícil evitar los lugares comunes del estalinismo. Claro, esto vale sólo para votos meditados y el apoyo a Castillo es el de la indignación colectiva y en la segunda vuelta nos vamos a enterar hasta dónde llega”, sostiene el sociólogo.
Sumando aliados
Mientras el campo de batalla audiovisual se concreta, Keiko suma a un grupo de exministros de Alberto Fujimori y la excandidata presidencial Lourdes Flores a su propuesta de gobierno.
“Nadie formado en la escuela del Partido Popular Cristiano le haría jamás el juego al comunismo, lo consideramos un pensamiento retrógrado que le haría mucho daño al Perú”, difunde la excongresista Flores Nano, quien se postuló a la presidencia por la democracia cristiana en 2001 y 2006.
En sus filas Keiko Fujimori también tiene al exministro de economía del gobierno de su padre, Jorge Baca, a la excongresista fujimorista Carmen Lozada y al excanciller fujimorista Francisco Tudela, quien además de respaldarla critica al exasesor fujimorista Hernando de Soto y excandidato presidencial por Avanza País por no aceptar la invitación a “trabajar juntos”, extendida por Keiko.
Mientras Soto se decide, Perú vive una versión criolla de la campaña de Isabel Díaz Ayuso en Madrid que centra los comicios del 4 de mayo en la capital española como una lucha entre “comunismo y libertad”. Esa misma consigna deslumbra en Lima con varios letreros gigantes de led con los mensajes: “piensa en tu futuro, no al comunismo, piensa en tus hijos”, “protege tu trabajo y la libertad”.
Unos días de terror
Los mensajes de la campaña que hasta ahora se desconoce su financiamiento o grupo que los impulsa no están lejos de la realidad que enfrentaría Perú con Castillo en la Casa de Pizarro, cuando en sus primeros 100 días de gobierno –según su plan– contempla la disolución del Grupo de Lima, la expulsión de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y “cobranza compulsiva” a los grandes contribuyentes deudores.
Además de proponer un referéndum constitucional para que la ciudadanía decida el cambio de la Constitución Política de 1993 y modificar la economía social de mercado por una economía popular con mercados, cambiar al Estado «supervisor» por un Estado «interventor, planificador y protector», así como renegociar el reparto de utilidades de las empresas extractivas trasnacionales.
Lo único no contemplado por Castillo es la pandemia. Alega que cuando inscribió su candidatura en septiembre “la pandemia no estaba”. Miente. Al revisar los planes de gobierno inscritos en la Junta Nacional de Elecciones, solo el proyecto presentado por Perú Libre –su partido– evadió el coronavirus. Los otros 17 partidos políticos sí consignaron propuestas para enfrentar la crisis sanitaria.
Vale señalar que el documento que presentó Perú Libre como plan de gobierno fue validado el 22 de diciembre del año pasado con la firma digital de Ana María Córdova Capucho, quien es fundadora y personera legal titular de la tolda política, según el Observatorio para la Gobernabilidad (Infogob). Para esa fecha, Perú ya cumplía 10 meses de enfrentar la pandemia. Sin objetivos, indicadores y metas su desempeño en el debate a duelo lo dejará en el terreno “a primera sangre”.
Fuente: PanamPost