Este martes se escogieron a los cinco rectores que conformarán el Consejo Nacional Electoral (CNE) durante los próximos siete años. Tales nombramientos muestran una correlación de fuerzas con la misma fórmula de hace más de quince años: tres chavistas y dos opositores.
La designación de estos representantes estuvo a cargo de una comisión formada en la Asamblea Nacional chavista. Dichos funcionarios escogieron a las nuevas autoridades electorales entre 103 candidatos, para asumir los cargos.
De acuerdo con EFE, el quinteto del CNE está formado por los chavistas Alexis Corredor Pérez, Tania D’Amelio y Pedro Calzadilla, mientras que por la oposición figuran Enrique Márquez y Roberto Picón.
Las caras recicladas del chavismo en el CNE
Los nuevos rectores —para asumir sus funciones— no deben militar en organizaciones políticas, según establece la Constitución. Sin embargo, a pesar de no estar inscritos en algún partido, los nexos con el chavismo, así como con la oposición, son particularmente evidentes.
En primer lugar resalta Tania D’Amelio, quien fue rectora del CNE entre 2009 y 2020. Además, militó en el PSUV y fue diputada a la Asamblea Nacional por casi 10 años, impulsada por el chavismo. Formó parte de la organización del referéndum revocatorio de 2004, en apoyo a Hugo Chávez.
D’Amelio fue sancionada el 9 de agosto de 2017 por el Departamento del Tesoro estadounidense. De la misma forma, en febrero de 2021 la Unión Europea la incluyó entre los 19 funcionarios sancionados por su relación con el régimen de Nicolás Maduro.
Según la agencia AP, D’Amelio fue acusada de “contribuir a socavar el estado de derecho en Venezuela en sus funciones al participar en la ejecución de las elecciones presidenciales de 2018 y en el cambio a las normas electorales para las elecciones legislativas de diciembre».
En el mismo camino se encuentra Alexis Corredor Pérez. Un chavista más, quien fue miembro de la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente (ANC) construida a la medida de Nicolás Maduro en 2017. Este organismo, conocido por realizar decretos estériles, cuestionables y no cumplir con la redacción de una nueva Constitución —finalidad para lo que habría sido creado— quedó disuelto a finales del año pasado.
El caso de Pedro Calzadilla se enmarca en una línea similar a la de sus pares actuales. Calzadilla fue ministro de Educación Universitaria de Nicolás Maduro en 2014. Sobra decir que fue un activo militante del PSUV, aparte de haber sido ministro de Cultura de Hugo Chávez.
La oposición entra de nuevo en el juego
En la esquina opositora la coalición logró incrustar a Enrique Márquez, quien se desempeñó como diputado de la MUD en el período legislativo que inició en 2016. También fungió como primer vicepresidente del Parlamento venezolano legítimo y fue —en su momento— una de las voces más preponderantes del partido Un Nuevo Tiempo.
De la misma forma, Roberto Picón estuvo como asesor de la extinta Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Esta plataforma se conoció por aglutinar a todos los partidos adversos a Maduro para las elecciones legislativas de 2015. Con esta fórmula la oposición obtuvo una contundente victoria en aquel entonces .
De los cinco integrantes del CNE, tres deben ser postulados, según la Constitución, por la sociedad civil, uno por las facultades de Ciencias Políticas de las universidades nacionales y uno por el Poder Ciudadano.
Las reacciones
Tras el nombramiento de estos rectores se obtuvo la reacción del opositor Juan Guaidó, quien rechazó que se imponga «unilateralmente el árbitro electoral» e indicó que la imposición de estos nuevos rectores puede «arrastrar a Venezuela a un desastre mayor».
Sin embargo, como era de esperarse, dentro de la oposición hubo sus opiniones diversas. El excandidato presidencial Henrique Capriles consideró que el nuevo CNE es «un primer paso indispensable» para abrir caminos de cara a la democracia y reconstrucción política de Venezuela.
Fuente: PanamPost