La campaña de vacunación ha reducido drásticamente la cantidad de casos nuevos del COVID-19 —el promedio de siete días era 250.000 a comienzos de enero y ahora es de 25.000— aunque en días recientes ha mostrado un leve repunte. A medida que cede la crisis sanitaria, los ciudadanos están saliendo de sus casas para ir de compras, comer en restaurantes, tomarse un trago en un bar, asistir a eventos deportivos o salir de viaje.
A consecuencia de ello, los negocios han enfrentado dificultades para satisfacer el inesperado aumento de la demanda de los consumidores: en mayo se anunciaron 9,2 millones de empleos disponibles, sin poder llenarlos todos. La escasez de mano de obra en algunos sectores está obligando a los negocios a aumentar sueldos y subir precios para compensar por los mayores costos laborales.
La falta de trabajadores disponibles tiene varias causas. Muchos siguen renuentes a trabajar en lugares donde hay mucha gente. Otros, principalmente mujeres, ya no están trabajando porque deben quedarse en casa para cuidar a sus hijos debido al cierre de escuelas o guarderías. Y unos 2,6 millones de personas de edad avanzada aprovecharon el aumento de sus fondos de retiro o del valor de sus viviendas para jubilarse anticipadamente.
Fuente: Diario las Américas