El Gobierno estadounidense ha decidido congelar “temporalmente” la cooperación con el Ministerio Público de Guatemala después de que se conociera el cese del jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad en Guatemala (FECI), Juan Francisco Sandoval, un hecho que ha generado una nueva crisis en el país centroamericano. Washington ya había expresado su malestar ante la destitución de Sandoval, a quien las autoridades estadounidenses habían elogiado su papel en la lucha contra la corrupción, un mal endémico dentro del sistema político de Guatemala.
La portavoz adjunta del Departamento, Jalina Porter, ha explicado que, con la salida de Sandoval, su país ha “perdido la confianza en la fiscal general [María Consuelo Porras] y en sus decisiones e intenciones de cooperar con el Gobierno de Estados Unidos y luchar contra la corrupción de buena fe”. Porter recordó las recientes visitas a Guatemala de altos funcionarios estadounidenses, entre ellos la vicepresidenta Kamala Harris, como iniciativas para estrechar las relaciones entre ambos países. Durante su visita a Guatemala a inicios de junio, Harris, afirmó que la postura de la administración Biden es clara sobre la corrupción: “Hay que erradicar la corrupción de raíz” para que los recursos no se desvíen de las personas que lo necesitan. Su Gobierno ha vinculado los esfuerzos para tratar de frenar la migración irregular de centroamericanos, uno de los principales problemas que ha tenido que enfrentar el Gobierno de Biden hasta ahora, a la lucha anticorrupción.
La destitución de Sandoval, de 38 años, ocurrió el pasado viernes y desde que se conoció generó un profundo malestar en amplios sectores de la sociedad guatemalteca, harta del alto nivel de impunidad que impera en el país centroamericano. El ahora exfiscal era una pieza clave en la lucha contra la corrupción en Guatemala y el viernes, antes de exiliarse en El Salvador, denunció que su destitución fue ordenada por la fiscal general y jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras. Sandoval afirmó que Porras ha detenido varias investigaciones que se llevaban a cabo contra el Gobierno del presidente Alejandro Giammattei, que incluyen supuestos casos de sobornos y corrupción. Según el jurista, la “intención de Porras es proteger a sus amigos que pudieran resultar involucrados en las investigaciones”.
La decisión de retirar a Sandoval ha generado críticas de la comunidad internacional. Además de Estados Unidos, Naciones Unidas expresó su preocupación por la destitución del fiscal. “La capacidad de los fiscales para llevar a cabo sus funciones sin intimidación o interferencias inapropiadas es un requisito esencial para dar respuesta y prevenir la corrupción y la impunidad”, ha afirmado el portavoz de Naciones Unidas, Farhan Haq.
En círculos diplomáticos y políticos, el cese se atribuye directamente a que las investigaciones de la Fiscalía dirigida por Sandoval expusieron a sectores intocables de Guatemala, conocidos como ‘El pacto de corruptos’, que habría cooptado los poderes Legislativo y Judicial y a instituciones teóricamente destinadas a garantizar la independencia de poderes, como el Constitucional, que les eran particularmente incómodas.