En esta ocasión, el informe, cuenta el responsable del grupo de trabajo de la OEA encargado de la crisis migratoria en Venezuela, David Smolansky, es «una actualización» con la que se quiere poner de relieve, entre otros puntos, cómo estos 5,6 de millones de personas desplazadas suman más población que la de cien países, como Irlanda, Costa Rica, Panamá, o Nueva Zelanda.
La OEA también ha destacado que existen migrantes venezolanos que han recorrido más de 3.500 kilómetros a pie desde que salieron de sus hogares «para llegar a otros países y satisfacer sus necesidades básicas». Los conocidos como ‘caminantes’ han salvado distancias equivalentes a las que existen entre Madrid y Helsinki, en Finlandia.
El informe ha hecho mención también a los abusos contra los Derechos Humanos que se estarían llevando a cabo en Venezuela, con más de 18.000 ejecuciones extrajudiciales cometidas por las fuerzas de seguridad, según datos de la OEA, que se sirve de recortes de prensa y de estimaciones de organizaciones y organismos internacionales como el FMI para sustentar sus denuncias.
Todo, explica, ilustrado «con más de 600 testimonios de migrantes y refugiados», quienes afirman haberse visto «forzados a escapar» del país por la «emergencia humanitaria compleja», la «violación sistemática a los Derechos Humanos», la «inseguridad», el «colapso de los servicios básicos» y el «alto costo de vida».
Por último, la OEA considera que la reciente conferencia internacional de recaudación de fondos celebrada para abordar esta crisis migratoria habría sido insuficiente.
Aunque «hubo importantes donaciones para responder a esta situación de emergencia», la financiación a esta crisis «es la décima parte de lo que se ha aportado para atender a la de refugiados en Siria».
«Mientras la ayuda a los refugiados sirios promedia los 5.000 dólares por persona, en el caso de los refugiados venezolanos es de 480 dólares», compara.
Fuente: Diario las Américas