Parte crucial de los planes de Biden, el proyecto de ley bipartidista es la primera fase del plan de infraestructura del mandatario. Presenta nuevos gastos por 550.000 millones de dólares durante cinco años por encima de los niveles federales presupuestados, lo que podría ser uno de los gastos más sustanciales en caminos, puentes, plantas de tratamiento de agua, banda ancha y la red eléctrica en años.
Los senadores y el personal estuvieron trabajando tras bambalinas durante días para redactar el enorme proyecto de ley. Se suponía que iba a estar listo el viernes, pero para el domingo se detectaron aún más errores y se efectuaron cambios. Para impulsar el trabajo, Schumer mantuvo a los senadores en sesión el fin de semana, alentándolos a que terminaran el trabajo.
El domingo por la noche, la mayoría de los 10 senadores involucrados en las labores bipartidistas se pusieron de pie en el piso del Senado para conmemorar el momento.
“Sabemos que este ha sido un proceso largo y en ocasiones difícil, pero estamos orgullosos esta noche de anunciar este proyecto de ley”, dijo la senadora demócrata Kyrsten Sinema, una de las principales negociadoras. El proyecto mostró “que podemos hacer a un lado nuestras propias diferencias políticas por el bien del país”.
El senador Rob Portman, uno de los negociadores republicanos, dijo que el producto final será “magnífico para el pueblo estadounidense”.
Durante el largo fin de semana, Schumer advirtió repetidas veces que estaba dispuesto a mantener a los legisladores en Washington el tiempo que fuera necesario para completar las votaciones tanto del plan de infraestructura bipartidista como del proyecto presupuestario que permitiría que el Senado empiece a trabajar dentro de los próximos meses en un enorme proyecto de ley social, de salud y medio ambiente de 3,5 billones de dólares.
El senador republicano John Cornyn pronosticó: “Va a ser un trabajo largo y arduo”.
Entre las nuevas inversiones de gran envergadura, se prevé que el proyecto de ley bipartidista proporcione 110.000 millones de dólares para caminos y puentes, 39.000 millones de dólares para el transporte público y 66.000 millones de dólares para trenes.
También incluye 55.000 millones de dólares para infraestructura de agua y de aguas residuales, así como miles de millones de dólares para aeropuertos, puertos, internet de banda ancha y estaciones de carga de vehículos eléctricos.
Fuente: Diario las Américas