El martes, y pese a las presiones de otros líderes del G7, el actual inquilino de la Casa Blanca insistió en que se ceñiría al último plazo, el del 31 de agosto. Los talibán han advertido a través de distintos portavoces de que no admitirán prórroga alguna, incluso amenazando con «consecuencias» no especificadas.
Uno de los argumentos esgrimidos por Biden para justificar la salida de Afganistán es su «excesiva duración, 20 años. Arrancó en pleno duelo de los atentados del 11-S bajo el gobierno de George W. Bush, en quien recaería la principal responsabilidad de esta guerra para un 62 por ciento de los encuestados por la Universidad de Suffolk.
Sin embargo, no será Bush sino Biden quien podría pagar las consecuencias políticas de la gestión de la salida. El 52 por ciento de las personas entrevistadas en otro estudio, de HarrisX para el portal ‘The Hill’, creen que el hecho de que el actual mandatario reforzase la presencia de tropas en Kabul demuestra que es culpable de lo que está ocurriendo.
Según este segundo sondeo, un 58 por ciento de los votantes creen la promesa de Biden de que sacará de Afganistán a todos los estadounidenses que aún siguen allí, pero un elevado 42 por ciento desconfía de él y su gestión.
Fuente: Diario las Américas