Un escándalo electoral sacude a la izquierda chilena ante el derrumbe legal y político de su candidato presidencial de origen mapuche apoyado por la Lista del Pueblo, Diego Ancalao, quien presentó 23135 firmas de respaldo a su aspiración de 33000 con el aval del notario Patricio Zaldívar Mackenna. Sin embargo, este despacho curiosamente cerró en 2018 y el funcionario que se alude en los papeles murió en febrero de este año.
El Servicio Electoral (Servel) descubrió la irregularidad en menos de 48 horas de revisión al expediente de postulación. En tal sentido, por unanimidad los cinco miembros de su consejo no solo lo dejaron fuera de la carrera por La Moneda, sino además lo enfrentarán a la Justicia por violación a la ley electoral, falsificación de instrumento público y suplantación de identidad. Estas acciones se llevan a cabo luego de constatar que los patrocinios suscritos recabados desde marzo se escribieron a mano con la misma letra.
A través de su cuenta en Twitter, el organismo divulgó la decisión que además emanó de una coincidencia: Andrés Tagle, presidente del Servel, sabía del fallecimiento del notario porque residía en la misma zona de su hija. Del mismo modo, ya el funcionario tenía conocimiento de que Zaldívar Mackenna había iniciado el proceso de cierre de su oficina en 2017, cuando se retiró. Posteriormente, en 2018, la notaría cambió de titular. Desde aquel momento quedó bajo la responsabilidad de Pilar Gutiérrez.
Sin excusas
Ancalao no puede escudarse en que era la misma notaría con otro notario, debido a que los patrocinios llevaban la expresión “firmó ante mí”, que obliga necesariamente a que la firma sea presencial ante el notario. La suerte esquivó al aspirante mapuche porque, según ExAnte, si el documento presentaba la expresión “autoriza firma” se habría salvado del conflicto porque implicaría que el notario visó una firma tomada por otro funcionario.
“Este es un error que cometí yo por no supervisar el trabajo territorial”, dijo Ancalao a CNN Chile. “Ha sido una noticia demoledora. Nunca pensamos que las personas a cargo del trabajo territorial nos harían esto”. Se desmarca. Se lamenta. Intenta evadir pero perdió la credibilidad de su entorno.
Es el descalabro de la convulsionada Lista del Pueblo por apoyar su nombre. Un hecho que fracturó al conglomerado de la Convención Constitucional, tras el rechazo, mediante un boicot interno, de la proclamación de Cristian Cuevas, como su ficha para la contienda del 21 de noviembre, cuando se elegirá al próximo presidente del país austral.
En dos bandos
Para el analista chileno de la Universidad Diego Portales, Patricio Navia, “con lo de Ancalao, la Lista del Pueblo demostró que no se tardaron nada en adoptar las peores prácticas del sistema político contra el que despotricaban” destacando que “la poca experiencia que proyectan los candidatos que compiten para suceder al agónico gobierno de Sebastián Piñera multiplica las sospechas de que la crisis de gobernabilidad no llegará a su fin en marzo de 2022”.
Los detalles legales de la denuncia los definirá la dirección del Servel. El documento será remitido a la Fiscalía y en este se expondrán los hechos y solicitará investigar a quienes resulten responsables. “Es el fin de mi carrera política”, dijo Ancalao. Asume que es su error la falta de transparencia, pero responsabiliza a sus encargados territoriales.
Asimismo, aseguró que “estaba a cargo de la recolección de firmas online, de la campaña más mediática, para poder lograr los patrocinios y la gente del trabajo territorial cometió este hecho que perjudica”. Culpó a Walter Leiva de ello. Del mismo modo, prometió que entregará los antecedentes correspondientes a la Justicia.
Fuente: PanamPost