Los primeros dos acuerdos de las negociaciones en México entre la opositora «Plataforma Unitaria» y el régimen chavista, que contemplan defender “la soberanía de la Guayana Esequiba” y recuperar dinero en el extranjero para “protección social de los venezolanos” están lejos de resolver la crisis política en Venezuela, pero cerca del interés de Nicolás Maduro de mantenerse en el poder. Así lo ve el presidente de Colombia, Iván Duque, quien evidenció este martes que desconfía de los acuerdos que puedan salir de este proceso de diálogo.
El mandatario colombiano dedicó un hilo en su cuenta de Twitter para expresar su preocupación en cuanto a la posibilidad de que se llegue a «cualquier acuerdo que consolide la dictadura», pues advierte que esto representará «una tragedia continental que solo fomentará el éxodo y la miseria». Duque difundió este mensaje un día después de que ratificara su acusación contra Maduro de «patrocinar» el terrorismo y albergar a secuestradores y de que también se conociera una medida de control impuesta en territorio colombiano contra la empresa estatal venezolana Monómeros.
A su juicio, “es importante tener claro que el camino para el bienestar del pueblo hermano es el fin de la dictadura a través de una elección presidencial lo antes posible, democrática y con observancia internacional”. De ello, no hay señales todavía.
Monómeros, una gran preocupación en Colombia
Pero Duque toma previsiones ante el panorama que aviva la incredulidad internacional. Por un lado, la Superintendencia de Sociedades (Supersociedades) de Colombia fiscalizará los movimientos de Monómeros, la compañía agroindustrial filial de la estatal Petroquímica de Venezuela (Pequiven), que opera desde los dos puertos más importantes de la nación neogranadina, el de Barranquilla frente al mar Caribe y el de Buenaventura a orillas del océano Pacífico, ante las presuntas irregularidades administrativas en los procesos de compra y pagos.
Es un paso estratégico de la Casa de Nariño, considerando que en este momento la compañía está bajo la administración de Juan Guaidó, a quien le demuestra con la medida su indisposición para apoyar tratos con el chavismo. Y en simultáneo, resguarda la estabilidad laboral de los trabajadores de la empresa frente al reclamo de Maduro de rescatar el manejo de esta por medio de las conversaciones en México con la oposición.
Un giro a tiempo
Duque nada pierde. Al contrario, “gira su política exterior con Venezuela antes del desenlace del diálogo, que si prospera, tendría la aprobación de las Naciones Unidas, Noruega y Estados Unidos”, afirma Víctor Hugo Juárez, analista y miembro del Programa de Comercio Internacional de la Escuela Colombiana de Carreras Industriales -Universidad ECCI- en declaraciones ofrecidas a PanAm Post.
Además precisa que “el presidente está en su etapa final y necesita potenciar, en medio del escenario electoral que se avecina, la reactivación económica a través de una empresa que representa un porcentaje de producción industrial que tiene mucho peso en los indicadores macroeconómicos”.
En Caracas, la disposición cayó mal. Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional chavista, expresó que Monómeros es una industria que pertenece a Venezuela, por lo tanto, “cualquier iniciativa de Iván Duque es un robo flagrante”.
«Patrocinador» del terrorismo
Iván Duque arrecia su línea dura contra el chavismo y demuestra desconfianza en la oposición. Al régimen lo acusa de «patrocinar» y «apoyar» el terrorismo, luego de conocerse que el coronel del Ejército, Pedro Enrique Pérez, está secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio venezolano.
A quienes se sientan a dialogar en tierra azteca les recuerda que “acercarse a Nicolás Maduro es avalar a una dictadura criminal que ha convertido a Venezuela en un refugio de criminales”, pues precisa que Antonio García, ‘Pablito’, ‘Iván Márquez’, ‘El Paisa’, ‘Grannobles’, ‘Iván Mordisco’ y ‘John Mechas’ están protegidos por la tiranía con la que comparten la mesa que volverá a una nueva ronda de negociaciones entre el 24 y 27 de septiembre.
El resultado será decisivo e incidirá en los números de Migración Colombia, que dan cuenta de 1,7 millones de venezolanos distribuidos mayormente entre Bogotá, Cúcuta, Barranquilla, Medellín y Cali. Una cifra que representa el 37 % de los 4,6 millones de venezolanos que han emigrado a algún país de América Latina y el Caribe.
Fuente: PanamPost