“Espero que este ejercicio cívico, independientemente de si podemos hacer o no la marcha el 20 de noviembre, sirva para enseñarnos a todos los ciudadanos cubanos, sobre todo a los que estamos dentro de la Isla, que tenemos que, por la vía pacífica, exigir nuestros derechos”, señaló el joven.
En ese sentido Keililly de la Mora Valle, integrante de la Unión Patriótica de Cuba y firmante de la carta, considera, la del 20 de noviembre, una buena oportunidad para reclamar las libertades cívicas de los cubanos.
“Cuando me pasaron el documento lo vi bien porque me pareció interesante usar las propias leyes de Cuba, la Constitución, para solicitar el permiso de hacer una marcha pacífica, para pedir la liberación de todos los presos políticos”.
La demostración fue organizada para realizarse cinco días después de que Cuba abra, definitivamente, las puertas al turismo internacional.
La Habana, Holguín y Villa Clara ya notificaron a las autoridades de sus territorios la próxima realización de la actividad.
El grupo Archipiélago ha reiterado que esperan que las marchas en las diferentes localidades puedan realizarse sin interferencia policial pues se trata de la voluntad del pueblo de ejercer su derecho a la manifestación.
“El objetivo de la marcha es, primero que nada, luchar contra la violencia, toda forma de violencia. Desaprobamos, contundentemente, toda forma de violencia. En segundo lugar, pedir la liberación inmediata de todos los presos políticos, de los del 11 de julio y los que, por causas anteriores, también estén en las cárceles de Cuba. Y, en tercer lugar, pedir que haya una libertad ciudadana para expresar e intercambiar ideas, proyectos políticos en democracia. Sin temor a la represión, sin temor a perder un trabajo, sin temor a la humillación, sin temor al acto de repudio”, concluyó Martínez.
Fuente: Diario las Américas