El sistema de Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias había llegado, en teoría, para que los votantes argentinos diriman las internas de los partidos y los frentes. Sin embargo, al transcurrir el tiempo, lo más característico de las PASO resultó ser otra cosa: la herramienta del peronismo para multiplicar el asistencialismo, las prebendas y el mal llamado “gasto social”. El objetivo sigue siendo burdo e invariable y se enfoca en dar vuelta a las primarias que le resultan adversas.
En el interior del país, el Partido Justicialista en algunas oportunidades cumplió su cometido, como en el recordado caso de San Luis en 2017. Ahora, Cristina Kirchner y Alberto Fernández van por el milagro en el ámbito nacional, dejando en claro que están desesperados y que piensan hacer cualquier cosa en el marco del explosivo plan del kirchnerismo “Papá Noel”.
La llegada de Juan Manzur al gabinete nacional dejó en claro que tiene como principal agenda la épica electoral. Apenas asumieron las nuevas autoridades, a las que se ven más que a la dupla de gobierno, ya comenzaron los anuncios desvergonzados. El primero fue el decreto del fin de la pandemia. Luego de casi dos años de duras restricciones, el Estado argentino como por arte de magia decidió que era momento de dar vuelta la página. Irónicamente, esto, contrario a lo que buscaba el kirchenrismo, sirvió para dejar en evidencia la basteza de sus decisiones y su hambre por retener el poder político.
A las buenas nuevas en materia de libertades administradas se sumó la repartija de electrodomésticos en el conurbano bonaerense, distrito donde necesitan desesperadamente cambiar la tendencia en los comicios. Sin embargo, la bomba de tiempo más peligrosa es la emisión monetaria descontrolada, para, como dijeron los mismos integrantes del oficialismo, poner “platita en el bolsillo de la gente”. Platita que cada vez sirve para menos, claro.
Luego de la paliza electoral, el Banco Central de la República Argentina ya emitió 110.000 millones de pesos, superando los 960.000 millones en lo que va del año. De esta manera, septiembre se convirtió en el mes de mayor emisión monetaria de 2021. La “maquinita” en Argentina, a pesar de la inflación tan alta como reprimida (que sigue calentándose como una olla a presión hirviendo) emite por estas horas 41.029 pesos por segundo.
Claro que el “lado b” de esta irresponsabilidad fiscal y monetaria se paga cada vez más caro. Este jueves, diferentes expertos en estadísticas sociales, aseguraron que la pobreza en el país se volvió a ubicar por encima del 40 %, y que la reactivación económica esperada luego de las aperturas recientes no logra ni mínimamente revertir la caótica situación.
El manotazo de ahogado del oficialismo para tratar de revertir la historia no se limita a las personas en situación de pobreza y marginalidad, sino que también abarca a la “exclase media” caída en desgracia, que hace lo posible para mantenerse. Es por eso que el Gobierno ahora anunció también un apresurado plan de jubilación anticipada, que abarca a las personas que hayan trabajado treinta años y aún no cuenten con la edad suficiente para poder comenzar a percibir sus aportes.
¿Justicia poética?
El candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires José Luis Espert aseguró que la gente está muy enojada por el desesperado plan “Papá Noel”. También advirtió que toda esta irresponsabilidad pasará factura muy pronto y que sería un acto de “justicia poética” que el oficialismo actual tenga que hacerse cargo del desastre que están generando luego de las elecciones, sin poder dejarle la bomba de tiempo a la próxima gestión.
Fuente: PanamPost