El Departamento del Tesoro de EEUU publicó los resultados de una revisión a las sanciones económicas y financieras que administra y emitió recomendaciones para preservar y mejorar su eficacia en el apoyo a la seguridad nacional y los intereses ahora y en el futuro inmediato. Sin embargo muchos opinan que podría ser el primer paso para relajar o eliminar alguna de estas medidas.
“Las sanciones son una herramienta fundamentalmente importante para promover nuestros intereses de seguridad nacional”, dijo el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo. “La revisión de las sanciones del Tesoro ha demostrado que este poderoso instrumento continúa dando resultados, pero también enfrenta nuevos desafíos. Estamos comprometidos a trabajar con socios y aliados para modernizar y fortalecer esta herramienta fundamental «.
En un análisis, el medio de prensa Américateve sostiene que “La revisión de la política marca un posible punto de inflexión en la política exterior de EEUU, después de que sucesivas administraciones recurrieron cada vez más a las sanciones para castigar y presionar a los gobiernos extranjeros para que cumplan con los intereses estadounidenses”.
Durante la audiencia de confirmación de la secretaria del Tesoro, Janet L. Yellen, se comprometió a realizar una revisión integral de las sanciones. La revisión del Tesoro involucró a cientos de partes interesadas, incluidos ex funcionarios del Tesoro de ambas partes; socios interinstitucionales clave, incluidos el Departamento de Estado, el Departamento de Justicia y USAID; miembros del Congreso y su personal; pequeñas y grandes empresas comerciales e instituciones financieras; académica; organizaciones no gubernamentales; y los gobiernos de nuestros aliados y socios en el exterior.
En un comunicado de prensa se notificó que la revisión del Tesoro encontró que las sanciones enfrentan nuevos desafíos, incluidos los crecientes riesgos de los nuevos sistemas de pago, el uso creciente de activos digitales y los ciberdelincuentes, así como situaciones en las que una calibración cuidadosa puede ayudar a limitar el impacto de estas en el flujo de ayuda humanitaria.
Las recomendaciones clave para mitigar esos desafíos y reforzar la efectividad del papel del Tesoro en las sanciones en el futuro incluyen (cita textual del Departamento):
1- Adopción de un marco político estructurado que vincule las sanciones con un objetivo político claro. Este marco pregunta si una acción de sanciones: apoya un objetivo político claro dentro de una estrategia más amplia; se ha evaluado como la herramienta adecuada para las circunstancias; incorpora implicaciones económicas y políticas para los objetivos de sanciones y otros y se ha calibrado para mitigar los impactos no deseados; incluye una estrategia multilateral de coordinación y participación; y será fácilmente entendido, ejecutable y, cuando sea posible, reversible. Este marco de políticas está destinado a cubrir las consideraciones de políticas clave en el proceso de implementación de sanciones y ofrece un conjunto estandarizado de factores que los profesionales de las sanciones utilizarán de manera consistente tanto para evaluar posibles nuevas acciones como para evaluar la alineación continua de las sanciones con las prioridades de las políticas en evolución. Este marco también incorpora varias de las recomendaciones que surgieron de la revisión de las sanciones.
2- Coordinación multilateral siempre que sea posible. Las sanciones son más efectivas cuando se coordinan como Administración y, cuando es posible, con aliados y socios que pueden magnificar el impacto económico y político. Esta coordinación también mejora la credibilidad del liderazgo internacional de EEUU y los objetivos políticos compartidos de Estados Unidos y sus aliados.
3- Calibración de sanciones para mitigar el impacto económico, político y humanitario no deseado. El Tesoro debe continuar buscando formas de adaptar las sanciones para mitigar los impactos económicos, humanitarios y políticos no deseados en los trabajadores y empresas estadounidenses, aliados y poblaciones no objetivo en el extranjero. Esto protegerá distritos electorales clave y ayudará a preservar el apoyo a la política de sanciones.
4- Garantizar que las sanciones sean fáciles de entender, ejecutables y, cuando sea posible, reversibles. La Tesorería puede aprovechar las capacidades existentes de participación y alcance mediante una mejor comunicación con la industria, las instituciones financieras, los aliados, la sociedad civil y los medios de comunicación, así como con nuevos grupos de interés.
5- Inversión en la modernización de la tecnología, la fuerza laboral y la infraestructura de sanciones del Tesoro. El Tesoro debe invertir en el desarrollo de sus capacidades tecnológicas y en la profundización de su conocimiento institucional, especialmente en el espacio de servicios y activos digitales en evolución, para respaldar el ciclo de vida completo de las sanciones. Nuevas inversiones en la fuerza laboral y las capacidades operativas de sanciones del Tesoro sostendrán la capacidad del Tesoro para ejecutar una herramienta central de la seguridad nacional y la política exterior de EEUU y proteger la integridad del sistema financiero.
Ahora bien, relajar, limitar o eliminar sanciones ¿No sería abrirle el camino de la impunidad a regímenes totalitarios o antidemocráticos en su cuestionable proceder? ¿Pretende la administración Biden cambiar la táctica de la política exterior en los últimos años de EEUU? ¿Será un ejercicio efectivo en caso de que se limiten o eliminen o una muestra de flaqueza ante los aliados y enemigos?
Fuente: Diario las Américas
Durante la audiencia de confirmación de la secretaria del Tesoro, Janet L. Yellen, se comprometió a realizar una revisión integral de las sanciones. La revisión del Tesoro involucró a cientos de partes interesadas, incluidos ex funcionarios del Tesoro de ambas partes; socios interinstitucionales clave, incluidos el Departamento de Estado, el Departamento de Justicia y USAID; miembros del Congreso y su personal; pequeñas y grandes empresas comerciales e instituciones financieras; académica; organizaciones no gubernamentales; y los gobiernos de nuestros aliados y socios en el exterior.
En un comunicado de prensa se notificó que la revisión del Tesoro encontró que las sanciones enfrentan nuevos desafíos, incluidos los crecientes riesgos de los nuevos sistemas de pago, el uso creciente de activos digitales y los ciberdelincuentes, así como situaciones en las que una calibración cuidadosa puede ayudar a limitar el impacto de estas en el flujo de ayuda humanitaria.
Las recomendaciones clave para mitigar esos desafíos y reforzar la efectividad del papel del Tesoro en las sanciones en el futuro incluyen (cita textual del Departamento):
1- Adopción de un marco político estructurado que vincule las sanciones con un objetivo político claro. Este marco pregunta si una acción de sanciones: apoya un objetivo político claro dentro de una estrategia más amplia; se ha evaluado como la herramienta adecuada para las circunstancias; incorpora implicaciones económicas y políticas para los objetivos de sanciones y otros y se ha calibrado para mitigar los impactos no deseados; incluye una estrategia multilateral de coordinación y participación; y será fácilmente entendido, ejecutable y, cuando sea posible, reversible. Este marco de políticas está destinado a cubrir las consideraciones de políticas clave en el proceso de implementación de sanciones y ofrece un conjunto estandarizado de factores que los profesionales de las sanciones utilizarán de manera consistente tanto para evaluar posibles nuevas acciones como para evaluar la alineación continua de las sanciones con las prioridades de las políticas en evolución. Este marco también incorpora varias de las recomendaciones que surgieron de la revisión de las sanciones.
2- Coordinación multilateral siempre que sea posible. Las sanciones son más efectivas cuando se coordinan como Administración y, cuando es posible, con aliados y socios que pueden magnificar el impacto económico y político. Esta coordinación también mejora la credibilidad del liderazgo internacional de EEUU y los objetivos políticos compartidos de Estados Unidos y sus aliados.
3- Calibración de sanciones para mitigar el impacto económico, político y humanitario no deseado. El Tesoro debe continuar buscando formas de adaptar las sanciones para mitigar los impactos económicos, humanitarios y políticos no deseados en los trabajadores y empresas estadounidenses, aliados y poblaciones no objetivo en el extranjero. Esto protegerá distritos electorales clave y ayudará a preservar el apoyo a la política de sanciones.
4- Garantizar que las sanciones sean fáciles de entender, ejecutables y, cuando sea posible, reversibles. La Tesorería puede aprovechar las capacidades existentes de participación y alcance mediante una mejor comunicación con la industria, las instituciones financieras, los aliados, la sociedad civil y los medios de comunicación, así como con nuevos grupos de interés.
5- Inversión en la modernización de la tecnología, la fuerza laboral y la infraestructura de sanciones del Tesoro. El Tesoro debe invertir en el desarrollo de sus capacidades tecnológicas y en la profundización de su conocimiento institucional, especialmente en el espacio de servicios y activos digitales en evolución, para respaldar el ciclo de vida completo de las sanciones. Nuevas inversiones en la fuerza laboral y las capacidades operativas de sanciones del Tesoro sostendrán la capacidad del Tesoro para ejecutar una herramienta central de la seguridad nacional y la política exterior de EEUU y proteger la integridad del sistema financiero.
Ahora bien, relajar, limitar o eliminar sanciones ¿No sería abrirle el camino de la impunidad a regímenes totalitarios o antidemocráticos en su cuestionable proceder? ¿Pretende la administración Biden cambiar la táctica de la política exterior en los últimos años de EEUU? ¿Será un ejercicio efectivo en caso de que se limiten o eliminen o una muestra de flaqueza ante los aliados y enemigos?
Fuente: Diario las Américas