El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ya fue dado de alta este miércoles, luego de haber sido ingresado el lunes a un hospital a causa de una obstrucción intestinal que ameritó una intervención médica. Esta es la segunda vez que el mandatario es remitido a un centro asistencial en menos de dos años por la misma dolencia. De acuerdo con estudios previos, estas son repercusiones del atentado que sufrió cuando fue apuñalado en campaña, en septiembre de 2018.
«Alta ahora. Gracias a todos. Todo lo puedo en aquel que me fortalece», anunció el mandatario brasileño por medio de sus redes sociales en alusión al versículo bíblico (Filipenses 4:13) apelando al hecho que Cristo es la fuente de su fuerza. En el tuit que se propagó por la web aparece Bolsonaro rodeado de su equipo médico.
Millones respaldaron a Bolsonaro
#ForcaPresidente, traducido como «Fuerza, presidente», fue tendencia en las redes sociales de Brasil para alentar a Bolsonaro en su recuperación. Mostrando una vez más que el mandatario cuenta con un importante respaldo popular, que ya en una oportunidad lo llevó a la presidencia.
La tendencia fue tan popular que se extendió a la vecina Argentina, país que quedó desplazado por Brasil como mayor exportador de carne por causa de las políticas de confinamiento. Mientras el territorio gobierna Bolsonaro apostó por la libertad y se volvió la primera nación del continente en superar niveles económicos prepandémicos.
La izquierda, la farándula y los medios masivos alentaron su muerte
Sin embargo, no hay que olvidar que Bolsonaro tiene a los medios masivos tan en su contra, como siempre. Desde la farándula ha sido aún más intenso. Cuando un cientista político de izquierda dijo «hasta las dolencias de Bolsonaro son toscas», el actor y protagonista de decenas de telenovelas José (Zé) de Abreu, le contestó: «Tiene que estar al nivel de sus votantes, es decir, sin él».
Abreu se anuncia militante del PT, el Partido de los Trabajadores de Lula Da Silva que fue por años anfitrión del Foro de Sao Paulo, que reorganizó la izquierda internacional tras la caída del Muro de Berlín. Con el triunfo de Bolsonaro, quedó debilitado y fue reemplazado por el Grupo de Puebla, ahora cuna de la Internacional Progresista.
Abreu fue beneficiario de la Lei Rouanet, una ley creada para inyectar fondos de empresas privadas en programas estatales de arte y la cultura en beneficio de su ideologización favorable a la izquierda y consigo el adoctrinamiento de los jóvenes. El triunfo de Bolsonaro que pone primero a Dios y a la nación, no al Estado, debilitó estas instituciones. Por eso y más es enemigo mortal de este tipo de ideólogos.
Con la misma intensidad que le han deseado el mal sus detractores, Bolsonaro se posicionó entre sus simpatizantes. Es tal su apoyo que ganó por voto popular «persona del año» de la revista Time. Sin embargo, el equipo editorial no le dio la victoria, Como reflejo fiel de cómo y cuánto Bolsonaro se enfrenta no solo a sus rivales políticos sino al cuarto poder: la prensa.
De acuerdo a El País de España el «atentado contra el ahora presidente Jair Bolsonaro fomentó su camino al poder». Al ser víctima de la delincuencia en plena campaña electoral, potenció su discurso y se posicionó ganador entre pobres y ricos, hombres y mujeres, pues el combate contra la delincuencia fue la plataforma principal del entonces candidato. Por eso y más, mientras él luchaba por su vida en el hospital sus simpatizantes salieron al grito de «descanse capitán, nosotros saldremos a las calles». Y así fue.
Una vez más Bolsonaro venció los pronósticos en su contra, tanto de salud como de respaldo popular. Empezó el año con un triunfo y se encamina hacia la reelección.