Las mociones de «vacancia presidencial» se han vuelto costumbre en Perú y causaron la caída de los presidentes Pedro Pablo Kuczynski (derecha) en 2018 y Martín Vízcarra (centro) en 2020. Desde diciembre de 2017, el Congreso ha debatido seis iniciativas de este tipo.
La moción aprobada este jueves es meramente una exhortación a renunciar, una tendencia de la mayoría parlamentaria.
«Esto quiere decir que el documento no es vinculante, y por lo tanto, no obliga al mandatario a renunciar. Es un gesto político sin efecto real», destacó el portal del diario limeño La República.
La tensión viene creciendo en Perú desde el lunes, cuando habitantes molestos por las alzas de precios de los combustibles y alimentos desataron protestas en Lima, Ica y otras regiones, las primeras que enfrenta Castillo, quien asumió el poder hace ocho meses.
En respuesta a las protestas, el mandatario decretó sorpresivamente un toque de queda diurno el martes en Lima y en el vecino puerto del Callao, que en conjunto albergan a 10 millones de personas, casi un tercio de la población peruana.
El toque de queda fue repudiado por amplios sectores de la población y desencadenó nuevas protestas en Lima en demanda de su renuncia.
El miércoles, un trabajador agrícola de 25 años que participaba en el bloqueo de la ruta Panamericana murió en choques con la policía en Ica, 300 km al sur de Lima, y otras 15 personas resultaron heridas.
Los choques entre el Legislativo y Ejecutivo comenzaron en 2016 y llevaron a Perú a tener tres presidentes en cinco días, en noviembre de 2020.
Fuente: Diario las Américas