Podía estar en el papel de ser encantadora, lanzar declaraciones explosivas o simplemente dar rodeos. Cualquier versión de Jen Psaki que apareciera en el atril de la Casa Blanca deja pocas dudas de que su partida despoja al presidente Joe Biden de una aliada capaz.
Psaki, quien siempre dijo que no esperaba mantenerse en ese cargo de alta presión más de un año, ahora se enfila hacia un lucrativo nuevo puesto como conductora en la cadena de noticias MSNBC.
Se va justo cuando comienzan las brutales campañas para las elecciones de medio término y cuando a Biden se le acumulan problemas domésticos como la inflación y la inmigración ilegal. Además, mientras la invasión rusa de Ucrania entra en un terreno geopolítico cada vez más complejo.
No hay duda de que a la sucesora de Psaki, Karine Jean-Pierre, de quien Biden ha destacado como la primera mujer negra y abiertamente lesbiana en ocupar el cargo y no sus cualidades profesionales, le aguarda un panorama tórrido para los próximos meses.
Psaki deja tras de sí un cierto nubarrón ético, pues estaba recibiendo ofertas de medios -y negociando su salario- mientras continuaba con sus labores diarias como portavoz.
Fuera de eso, ha sido ampliamente reconocida por su profesionalismo.
La propia Psaki subraya la altísima responsabilidad de su papel. El fin de semana pasado habló en Fox News, uno de los mayores antagonistas de Biden, sobre la importancia de una prensa libre.
«Este es el mejor trabajo que he tenido, tal vez el mejor trabajo que tendré», expresó.
Desde el atril, Psaki suele responder a preguntas sobre todo, desde la opinión de Biden sobre el aborto hasta los aranceles comerciales sobre la madera canadiense, la guerra en Ucrania o los altibajos de las mascotas de la familia presidencial.
Con habilidades que se aplicarán bien a su puesto de presentadora de televisión, Psaki llega a las ruedas de prensa tan preparada que es raro que algún periodista pueda hacerle tropezar.
La autoconfianza de Psaki proviene de su profunda experiencia en el partido demócrata y de su paso por la presidencia de Barack Obama como portavoz del Departamento de Estado, directora de comunicaciones de la Casa Blanca y secretaria de prensa de la campaña electoral.
Y aunque sus respuestas más filosas en la sala de prensa sean celebradas por sus seguidores en el ambiente virtual con los memes #psakibomb, ella apuesta más a la disposición de dialogar de forma cordial con interlocutores desafiantes que a tácticas hostiles.
Esa característica recibió la aprobación de nadie menos que Peter Doocy, el corresponsal de Fox News en la Casa Blanca que ha asumido el papel de principal oponente de Psaki.
Algunos de sus intercambios ante las cámaras han sido tensos, pero cuando la portavoz anunció su salida, Doocy le dio las gracias, dijo que ella «siempre fue una buena contrincante» y que «lamentaba verla partir».
A lo que Psaki contestó, desatando las risas en la sala de reuniones: «¿En serio?».
Fuente: Diario Las Americas