El presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, está entrampado en la búsqueda de votos para el plebiscito de salida de la nueva constitución. Su gobierno necesita la victoria de la opción del ‘apruebo’ para convertir el progresismo en el eje de la Carta Magna, pero su investidura le impide parcialidades. Con la campaña “Hagamos historia” juega al equilibrio electoral.
“Tomamos la responsabilidad de informar y entregar las herramientas necesarias para ejercer un voto responsable”, dijo el mandatario para justificar el inicio de la campaña que tendrá tres etapas: la primera divulgará los aspectos del proceso constituyente; la segunda parte –que comenzará el 4 de julio con el texto final– debatirá los contenidos; y la tercera, informará sobre los locales de votación.
Sin embargo, esta «educación cívica constitucional» solo es un «proceso de manipulación donde Boric es el presidente del ‘apruebo’ y desconoce al que vota en blanco, nulo o rechazo», afirma César Levin, hijo del cacique de la etnia huilliches de Chiloé, en entrevista con PanAm Post.
A su juicio, la campaña representa «un despilfarro de plata para dividir al país». Tiene motivos para resumirla así. «Esta constitución impone al pueblo mapuche sobre los demás. Les dieron siete escaños en la Convención para que hicieran lo que quisieran a cambio de darle más poder al Estado y menos libertades a las personas para elegir su educación o salud”. Su padre coincide.
Un promotor en decadencia
El éxito o impacto de la campaña está en veremos. Boric ya llega a 57 % de desaprobación de su gestión en la última encuesta del Centro de Análisis de Estudios de Mercado (Cadem), y en el mismo sondeo la opción del ‘rechazo’ se impone con 45 % sobre el apruebo, que registra 37 % de apoyo. El estudio, incluso, revela que 56 % de la población manifiesta preocupación o temor ante la propuesta de nueva constitución.
“Si el ‘apruebo’ pierde, se termina de sepultar el gobierno que nació mal y está cada vez peor. Boric intenta impedir que la delincuencia, violencia y cesantía incidan porque él sabe que le esperaría más inestabilidad y desesperanza”, sostiene Levin.
Fuente: Panampost