La gran apuesta del Partido Demócrata de hacer del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 un intento de golpe de Estado para deslegitimar al trumpismo en bloque está saliendo regular, por ser generoso. Todos hemos visto las imágenes, y pretender que esos esperpénticos personajes que entraron en las sedes de la soberanía de Estados Unidos (con la pasividad de la policía), sin armas, estaban protagonizando una toma de poder es un tanto estúpido.
Pero se intenta, y muy en serio. En estos días está en acción el comité creado ad hoc para juzgar la payasada y convertirla, en palabras del presidente Joe Biden, en un ataque peor que el de Pearl Harbor o el ataque contra las Torres Gemelas. Los medios colaboran en lo que pueden, como hacen todos los demócratas de relumbrón, pero no parece estar funcionando.
La idea consiste en convertir una manifestación perfectamente legítima que se salió de madre (con la inestimable ayuda de agentes infiltrados del FBI) en un intento de toma del poder perfectamente premeditado y planeado. Eso, naturalmente, exige una conspiración, de esas que nunca suceden cuando se trata del bando contrario.
Para ello, por ejemplo, se alega en el comité que un legislador republicano, el representante Barry Loudermilk, dirigió una misión de reconocimiento dentro del Capitolio un día antes de los disturbios, esos mismos protagonizados por una abrumadora mayoría de portadores de armas que las olvidaron en casa para hacerse con el poder.
El problema es que el jefe de policía del Capitolio, J. Thomas Manger, les ha estropeado el sensacional hallazgo. «No hay evidencia de que el diputado Loudermilk haya ingresado al Capitolio de los Estados Unidos con este grupo el 5 de enero de 2021», escribió Manger en una carta dirigida al diputado republicano Rodbey Davis (R-IL), del Comité de Administración de la Cámara de Representantes, después de revisar las imágenes de seguridad de Loudermilk dando a la gente un recorrido por los edificios de oficinas del Congreso.
En realidad, todo el comité es una farsa, «un juicio de propaganda al estilo soviético», como la definió la diputada republicana por Nueva York Claudia Tenney. «Montaron todo el vídeo [usado como acusación por el comité] tirando de propaganda, palabras seleccionadas y párrafos mutilados para difamar a las personas que quieren difamar y obtener el resultado deseado».
El objetivo es Donald Trump, hacer imposible que se enfrente al candidato que elijan los demócratas (que no va a ser Joe Biden, pueden apostar) en las presidenciales de 2024. Por eso Trump ha respondido a toda esta caza de brujas en una nota.
«Nuestra nación está SUFRIENDO. Nuestra economía está en un pozo. La inflación se ha disparado. Los precios de la gasolina han alcanzado un máximo histórico. Los cargueros no pueden descargar las mercancías. Las familias no pueden obtener leche maternizada para sus hijos recién nacidos. Somos una vergüenza para todo el mundo», empieza diciendo. «Nuestra retirada de Afganistán fue un desastre que nos costó la preciosa sangre estadounidense y entregó a nuestros enemigos 85.000 millones de dólares en el mejor equipo militar de la tierra. Millones y millones de ilegales están marchando hacia la frontera e invadiendo nuestro país».
«Tenemos una Casa Blanca en ruinas, con los demócratas, justo esta semana, declarando que Joe Biden no es apto para postularse para la reelección», continuó. «¿Y en qué se centra el Congreso demócrata? Un tribunal de república bananera, con la esperanza de distraer al pueblo estadounidense del gran dolor que está experimentando”.
«No se equivoquen, controlan al Gobierno», continúa. «Son responsables de este desastre. Esperan que estas sesiones del comité alteren de alguna manera sus perspectivas fallidas. Cierto demócrata dijo una vez: ‘Es la economía, estúpido’. Bueno, los demócratas ahora parecen pensar que los estadounidenses son «estúpidos». No lo son».
«Estados Unidos se está desmoronando y los demócratas no tienen soluciones», asegura Trump. «Nuestra nación no tiene esperanza de un cambio a mejor bajo el liderazgo demócrata. La gente está desesperada. En lugar de resolver problemas, los demócratas están repitiendo la historia con la esperanza de cambiar la narrativa. Durante mi mandato, nuestra nación estaba prosperando, nuestra economía era fuerte y el precio de la gasolina era muy bajo. Por encima de todo, éramos respetados, tal vez como nunca antes. Estados Unidos prosperó bajo la Administración Trump».
«Diecisiete meses después de los eventos del 6 de enero, los demócratas son incapaces de ofrecer soluciones», concluye Trump. «Están desesperados por cambiar la narrativa de una nación fallida, sin siquiera mencionar los estragos y la muerte causados por la izquierda radical solo unos meses antes».