Los últimos comandantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia admiten haber cometido crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad ante víctimas de sus secuestros
Sentados frente a varios exsecuestrados en el Tribunal de Paz, en Bogotá, pidieron perdón y admitieron su culpa en más de 21.000 secuestros.
En nombre de los 13.000 guerrilleros, el excomandante Rodrigo Londoño, Timochenko, reconoció la gravedad de los crímenes cometidos desde 1980:«Con dolor en el alma… venimos a esta audiencia a reconocer y estamos ante ustedes reconociendo que a nombre de ideas revolucionarias cometimos estos crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.»
Políticos y militares secuestrados reclamaron más información, más verdad para saber. Es el caso del diputado de la derecha Oscar Tulio Lizcano, secuestrado en 2000 hasta que escapó 8 años después: «Sí quiero decirles que nos digan la verdad. El perdón … hemos perdonado, obviamente, pero no quiere decir que no haya justicia.. Reclamamos justicia. Y la justicia empieza por la verdad.»
La Jurisdicción Especial para la Paz ha identificado a más de veintiuna mil víctimas de secuestro.