En medio de una corrida cambiaria, con un dólar que hoy tocó los 340 pesos, el kirchnerismo fantasea con un manotazo comunista como para conseguir las divisas que calmen el mercado y la huida del peso argentino. ¿Dónde encuentra el oficialismo los dólares necesarios como para frenar la crisis que se los puede llevar puestos? En la liquidación de la cosecha de la soja. Sin embargo, parecen desconocer que la producción no les pertenece a ellos y que, por lo tanto, no deberían estar contando como propios los recursos que no tienen ni les pertenecen.
“Argentina sigue creciendo en un contexto que pone otros desafíos: el desafío de enfrentar la inflación, de enfrentar a los que especulan con el dólar y el desafío de enfrentar a los que guardan 20000 millones de dólares en el campo y no los liquidan, esperando una mejor rentabilidad, cuando el país lo necesita”, señaló el presidente.
¿Qué espera que hagan los productores, que ya son pesificados forzosamente y que padecen una presión impositiva descomunal? Lo menos que pueden hacer es liquidar la producción en el momento que consideren conveniente. Al fin y al cabo, no son ellos los responsables del desastre macroeconómico que genera el gobierno, que encima los califica de egoístas sin compromiso social.
El que fue más lejos es el periodista uruguayo Víctor Hugo Morales, impúdico vocero del kirchnerismo en todas sus barbaridades. Mostrando los silos, el conductor televisivo le dijo a su audiencia que en esas bolsas estaba el dinero y la comida de la gente. “Ellos se sienten amos y señores y no hay ley que los obligue”, se quejó el exrelator de fútbol. Sin ponerse colorado, manifestó que el Estado debería contar con las herramientas necesarias para generarles un “perjuicio” a los productores, forzándolos a vender en el momento que el gobierno necesita.
En el mismo sentido se manifestó Juan Grabois, dirigente que responde directamente a Cristina Kirchner. El íntimo amigo y asesor del papa Francisco, preguntó por qué la gente tolera la existencia de “miles de silobolsas tiradas en las estancias”. Sumado al referente kirchnerista, también se manifestó la senadora nacional cristinista Jualiana Di Tullio, que además mostró imágenes de las producciones agropecuarias y pidió la aplicación de la ley de abastecimientos.
Sin embargo, lo que resulta intolerable es el nivel de delirio de estas declaraciones. Primero, porque la producción es de sus dueños (y la pueden liquidar cuando quieran) y segundo, porque los que especulan con el mejor momento de venta no «pujan» por una devaluación. Los responsables de la depreciación del peso son irresponsables que están detrás de la política fiscal y monetaria del gobierno.
Fuente: Panampost